Se va agotando el cupo de combustible en la capital provincial. La señal más evidente son las largas filas de autos, camionetas, motos, entre otros que se van acumulando sobre las calles y avenidas alrededor de las estaciones de servicio. En algunos casos, donde no hay estacionamiento o se trata de avenidas con varios carriles, no se advierte tanto peligro como en las zonas del centro de la ciudad y los accesos de oeste hacia el casco urbano.
Este jueves, el tránsito sobre la calle Salta se volvió un caos. A la cuestionada realización de las bicisendas sobre la izquierda y, pegado a ella el estacionamiento con dársenas del SEM que achicaron la circulación; se sumó una tercera fila de quienes intentaron entrar a la estación ubicada en Salta y Ayacucho.
A primera hora de la mañana, la cola se había formado por la Junín, sobre el carril por el que deben circular preferentemente los autos y donde no se permite estacionar.
El accionar de inspectores de tránsito que observaron lo que se estaba generando, derivó la cola sobre la Salta, que llegaba hasta la intersección con San Luis.
Cabe recordar que, sobre la derecha de la Salta, también se permite estacionar. En consecuencia, apenas iba quedan un carril en esas cuadras en las que no faltaron los que se detuvieron en doble fila sobre la derecha, disminuyendo el radio de tránsito todavía más.
Peligro sobre la López y Planes
No es el primer día y tal vez no sea el último. Sobre la avenida de mano única López y Planes entre Tomas Guido y Rocamora, se forma una larga cola de todo tipo de vehículos, sobre un carril de circulación de la mencionada arteria. Mayormente ocurre de día, y sin la presencia ni de inspectores ni de personal de la YPF que se encuentra en la esquina de Rocamora, para advertir a los conductores que vienen sobre la izquierda que hay vehículos detenidos.
Los desprevenidos que toman velocidad y advierten la situación a escasos metros, terminan realizando maniobras peligrosas para evitar la cola: frenadas de último momento y giros a la derecha sin aviso son las más comunes.
Estos son apenas un par de casos. Hay más sobre avenida Uruguay, Santa Catalina, la propia Quaranta en dos partes. Mientras la escasez de combustible se mantenga, al menos habría que no generar siniestros viales que son evitables.