El consumo de café viene creciendo año tras año en Posadas de la mano del arribo de numerosas franquicias nacionales que han pasado a ser parte de la oferta gastronómica de la ciudad. Y no sólo es alta la demanda en la temporada de invierno, sino que han desarrollado ofertas, como capuchino o café frío saborizado, que les permite tener altos niveles de clientela durante todo el año.
Pero ese boom de crecimiento constante ahora se ve amenazado por la decisión del Gobierno nacional de reducir las importaciones, poniendo trabas al giro de dólares al exterior para comprar mercaderías, insumos o herramientas.
Oscar Chemes, franquiciado de Café Martínez en Posadas, explicó que “por el momento contamos con stock, pero si se mantienen las restricciones para pagar al exterior, comenzarían los cupos”.
En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, indicó que “hay stock para los próximos tres meses. Las compras se hacen con mucha previsión de tiempo. Se hizo la importación y compra para esta temporada”.
Pero aclaró que, en esa firma, “a nivel país hay para tres meses, a partir del tercer mes va a comenzar una disminución en la entrega, si la situación no mejora estimo que para fin de año habrá escasez”.
El empresario contó que el café se trae de Brasil, Colombia, Etiopía, África y Asia. Es un producto 100% traído del exterior y no existe forma de reemplazarlo. En la Argentina no se producen los granos de café que luego pasan a ser molidos y envasados por los fabricantes locales.
Para comprarlo se debe pagar en dólares, algo que el Gobierno nacional busca evitar con medidas de control, cepo y frenando las autorizaciones para importar.
Marcelo Salas, socio y director de la empresa a nivel nacional, explicó en medios nacionales que la empresa Café Martínez tuvo que reducir la venta de sus cafés envasados en supermercados y sus exportaciones a países de la región para poder compensar la falta de su insumo principal y poder abastecer a sus 210 locales en el país.
“Si la situación se mantiene y no podemos abastecer a los locales, la facturación caería un 45%”, dijo el directivo y alertó que en un mes y medio escaseará café en la Argentina. “Nos queda stock de café para 30 o 45 días”.
“Tener que empezar a pagar las importaciones al valor del dólar financiero sería tristísimo, porque deberíamos llevar el producto al doble de lo que está hoy, que ya es caro. Hoy ya es difícil para mucha gente acceder a un café o un desayuno, y esto es una pena porque mucha gente en épocas como esta reemplaza algo para comer en la cafetería porque no le alcanza para el almuerzo”, explicó.
Salas explicó que, desde sus inicios, en la década de 1930, Café Martínez sólo atravesó una situación similar a la actual durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando se vieron obligados a dejar de importar café y lo reemplazaron con malta.
“El problema está en las medidas que se toman y en la total desconexión con las cámaras del sector y con los empresarios”, aseguró el directivo. El cupo que les otorga el Banco Central para acceder a los dólares necesarios para la importación toma como base las importaciones de 2020 y 2021, que fueron muy bajas por efecto de la pandemia. En ese período, además, el precio internacional casi se duplicó y pasó de USD 5 a los USD 9 o USD 10 actuales.
“Toda la venta en supermercados se va a retrasar, porque tenemos como prioridad abastecer a los locales, donde tenemos que proteger los empleos. Estimamos que hoy estamos entre 38% y 40% por debajo en la venta en los supermercados. En los locales de la cadena, el 50% de la facturación es la venta de café en grano (envasado) o para consumir en pocillo”, precisó Salas.
“Esta es temporada alta y se nos da una sumatoria de problemas. Al cepo para importar se agregan los problemas de transporte en Brasil, la falta de containers para el comercio exterior y, sobre todo, las fricciones políticas del país que no ayudan. Necesitamos algo de tranquilidad y perspectiva”, destacó.