Solo podemos ser felices si somos nosotros mismos y como todo el tiempo estamos en relación con otras personas, la única forma de sentirnos amados es ser como somos ante ellas y sentirnos aceptados, queridos más allá de cualquier resultado.
Algunas veces callamos lo que sentimos, en la espera que el otro se dé cuenta de nuestros sentimientos, los interprete, haga lo que deseamos y si eso no sucede nos sentimos incomprendidos.
Expresar lo que sentimos, lo que nos ocurre, lo que necesitamos es vital para poder darnos a conocer y conectar con el otro es tender un puente para permitir que llegue a nosotros y a su vez, poder llegar al otro.
Cuando ocultamos nuestros sentimientos o lo que nos está pasando, eso nos aísla, nos separa de nuestros seres queridos y comienzan a aparecer muros que se hacen cada vez más grandes.
Es también confiar en la verdadera amistad o amor de la persona que tenemos cerca.
Y si expresar lo que nos pasa implica que la relación o amistad termine o bien que no seamos aceptados, aunque pueda ser muy doloroso en el momento, es lo mejor al largo plazo, porque las relaciones se eligen con el corazón, y eso sólo lo podemos hacer si frente a la persona que estamos, podemos sentirnos amados, aceptados y comprendidos.
Cuando algo nos afecta, lo tiñe todo de un color oscuro y hasta que podamos decirlo, no podremos disfrutar plenamente de nada. Por ello es importante preguntarnos ¿Qué es lo que nos molesta o nos tiene preocupados? ¿Qué nos haría sentir más aliviados?
Entender realmente lo que nos pasa, decidir que podría hacernos sentir mejor y encontrar las palabras para decirlo, es un trabajo interno pero necesario, el cual nos beneficia a nosotros y a las personas que nos rodean.
Expresar lo que sentimos es nuestra responsabilidad y nuestra elección, nadie puede leer nuestra mente ni saber exactamente lo que necesitamos como nosotros mismos, por tanto, no podemos esperar esto del otro, somos nosotros quienes debemos tender el puente para poder comunicarnos.
Si en cada momento de nuestra vida expresamos lo que sentimos, somos fieles a nosotros mismos, nos animamos a decir lo que no nos gusta y a pedir de buena forma lo que necesitamos, nos rodearemos de personas similares a nosotros, que nos valoren y respeten por lo que somos.
Si el amor o la amistad son verdaderos, no importa lo que nos pase o cuales sean nuestros sentimientos, cuando hablamos con el corazón, es seguro que nos encontraremos a mitad del puente abrazados.