El báculo simboliza el perdón de todos los pecados-errores, porque al igual que un corazón seco reverdecerá y florecerá cuando haya podido perdonar, obteniendo así la mirada profunda que va a la raíz del entendimiento y la comprensión de que la vida es un juego.
La posición que cada ficha-alma decidió tomar antes de que el juego comience, su desenvolvimiento y el aprendizaje que deja cada movimiento hasta obtener el conocimiento de la totalidad del manual de instrucción del juego y de las leyes que subyacen al entretejido del telar de la vida, se obtienen al reconocer que todo es consciencia, que cada alma es un fractal de la consciencia de Dios, que la consciencia es la sustancia creadora de toda materia, que así como crea puede destruir y que puede crear para el bien o para el mal.
Por eso al igual que los esenios podemos llamar La Ley a Dios, y La Ley rige el mundo, los mundos y los Universos y si Dios es consciencia y consciencia tiene el hombre, consideren su propio poder al tomar el control sobre las leyes que rigen la consciencia.
La humanidad se encuentra en los albores del autoconocimiento y reconoce que es consciente sólo un 3% de la consciencia y que en el resto, que bien lo llama inconsciente, se encuentra el conocimiento de todo y del TODO y que el inconsciente se maneja con la mente y las llaves para entrar son las emociones.
Esto, dijimos, lo saben bien los oscuros, que al no poseer nuestro poder creador, manipulan nuestro inconsciente para tomar las energías de las emociones negativas que ellos nos provocan para sus fines.
Por eso es menester hacer florecer el báculo de nuestros secos corazones perdonando ofensas,
limpiándolo de creencias caducas, sanándolo de viejas heridas que acarrean emociones negativas, sea que todo esto lo hayamos adquirido en esta vida, en anteriores o que pertenezcan a nuestro árbol familiar, para recién ahí vislumbrar el poder de nuestro inconsciente y poner en la práctica diaria los dones, aptitudes, nuevos sentidos e infinitas cosas maravillosas que están esperando nuestro despertar de consciencia.