El cimbronazo político que generó la renuncia del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, llegó de inmediato a la economía real de la mano de la suba del dólar y la disparada de las expectativas de inflación que se tradujeron en conductas defensivas de consumidores, industriales y comerciantes.
La crítica situación cambiaria y monetaria se siente ahora en la calle, más que nada como una catarata de aumentos preventivos por parte de comercios que perdieron referencia de precios y se cubren ante el temor de no poder reponer mercadería.
Lo que empezó el fin de semana como un boom de consumo de bienes durables como electrónicos e indumentaria, además de stockeo de productos no perecederos, se transformó en los primeros días hábiles en subas de precios o proveedores que frenaron las ventas a la espera de recuperar referencias antes de vender la mercadería con la que cuentan.
En zonas comerciales tradicionales como Once, en la Ciudad de Buenos Aires, mientras el dólar libre alcanzaba nuevos máximos se vieron todo tipo de reacciones. Por ejemplo, comerciantes de indumentaria decidieron aplicar un 20% de recargo por sobre todos los precios de lista en forma inmediata como manera de cubrirse contra lo que, temen, sea menor disponibilidad de productos, en particular importados o que dependen de insumos producidos en el exterior.
“Ayer pude comprar telas, pero con un aumento preventivo del 20%”, dijo a Infobae Julia Louis, una empresaria PyME que produce diversos uniformes promocionales para agencias publicitarias y empresas.
“En lo que hace a telas, los negocios venden, aunque con subas. Otros insumos están faltando o los proveedores prefieren no vender por ahora, como telas, botones, cierres, entretela, wata y elásticos”, explicó la empresaria que tiene sede en Barrio Norte y trabaja con proveedores de Recoleta, Barrio Norte y Once.
Los dos primeros días de la semana, explican comerciantes de la zona, la demanda fue enorme por parte de comercios y las PyME que buscaron stockearse de insumos por temor a una suba de precios.
A nivel de las cámaras, las reacciones en las calles están siendo seguidas de cerca. Matías Wilson, economista de la Cámara de Comercio y Servicios (CAC) dijo a Infobae que lo que se ve en Once porque sucede a plena vista ocurre en todos los rubros de la economía en estas horas.
“El sistema de precios es recontra complicado y está regido por la moneda. Cuando esa institución económica empieza a perder base y credibilidad, se pierden referencias. En una situación de incertidumbre política que se suma a una tendencia de inestabilidad macro se genera una distorsión de precios, perdés la referencia y se traban las operaciones”, explicó.
“Algunos detienen las ventas por unos días. Pero el comercio necesita vender y, si no hay referencia, lo que suele pasar es que se cubran con aumentos. Esto no pasa en una economía que no tiene experiencia con la inflación, los argentinos conocen el paño y sus comportamientos se adaptan a eso”, dijo.
“El riesgo es que se frene la actividad”, concluyó.
Los especialistas del sector sostienen que ya entrada la semana, la actividad comercial todavía no está normalizada.
“Todavía no se normalizó la cadena. Hay algún proveedor de estufas, heladeras, que empezó a dar listas de precios pero con subas del 20% al 30%. Otras directamente no venden. Están esperando ver qué pasa con la fluctuación cambiaria, muchos tienen insumos importados”, dijo Fabián Tarrío, responsable de comercio de CAME.
“El comerciante necesita vender pero ajusta precios para garantizarse poder reponer. En general el minorista depende de la caja día a día. En lo que tenemos problemas es con los proveedores que guardan la mercadería a ver qué pasa. Y algunos informan aumentos de precios, como en el caso de bicicletas y motos, pero todavía no están entregando”, dijo.
Los economistas que siguen precios esperan que semejante reacción se sienta, y fuerte, en los índices de inflación.
“Depende del sector, en supermercado creo vendrá con la inercia de todos los meses, es un sector clave en el cual debe haber abastecimiento, si hubiera alguna baja o desaceleración vendrá más por el lado de las ofertas, hay cadenas importantes que ya lo están anunciando. Por el lado de la construcción, tendrá algunas modificaciones pero estable en esta semana”, dijo Gonzalo Semilla, economista jefe de CREEBA.
“Los precios del sector comercial, no de alimentos, ni de construcción, sí con ajustes en torno al 10% o 20%, básicamente impulsado por la escalada del blue del lunes que fue del 12% aproximadamente. Para tener cobertura hay sectores que han aplicado un 20%”, agregó.
“Siempre está el mismo juego”
El presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, denunció que luego del fin de semana y tras los cambios en el Ministerio de Economía, se encontraron con aumentos en los mayoristas y proveedores que “oscilaban entre el 10% y el 15%, tanto en lo que es comestibles, como en limpieza y perfumería”.
En declaraciones a Radio AM 550, Savore indicó que “viendo el revuelo a través de los medios, lo que hicimos fue enviar una nota a los distintos mayoristas para que nos den la oportunidad de reponer la mercadería vendida, con abastecimiento y con los mismo precios”.
A raíz de eso se mostró preocupado por lo que significa tener que trasladar los incrementos a sus comercios ya que “uno tiene que darle la cara al cliente, que le da de comer todos los días, y anunciarle un aumento”.
En ese contexto, remarcó que a los almacenes no les queda otra opción que actualizar los precios en base a lo que se encuentran cuando van a abastecerse de mercadería: “Nosotros, como comerciantes, compramos y vendemos, por lo que dependemos del precio de un mayorista o un distribuidor. No tenemos la culpa”.
Savore se pronunció a favor de terminar con el hábito de aumentar los precios: “Siempre está el mismo juego: cotizan toda la mercadería y después, cuando baja el dólar, nadie cotiza para abajo”.