Luego de varios meses en tratamiento, con una aprobación previa en Diputados, finalmente se convirtió en Ley Nacional el proyecto de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual. En senadores, el proyecto recibió 60 votos a favor y uno en contra, del misionero perteneciente al bloque del PRO, Humberto Schiavoni.
Más allá de asegurar un tratamiento integral sanitario, con medicamentos, vacunas y consejería, también establece entre sus puntos una jubilación anticipada para quienes estén en tratamiento por alguna de estas patologías. Para ello, deben tener un diagnóstico, contar con 20 años de aportes y a partir de los 50 años pueden acceder a este beneficio. Asimismo, se pondrá en marcha una participación efectiva de las ONG y crearán un Observatorio Nacional para evitar situaciones de estigma y discriminación.
Un abordaje integral
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el titular del Programa Provincial de VIH/Sida, ITS y Hepatitis Virales, Fabián Zelaya, explicó que esta nueva ley “es un paso más que se avanza en el país, producto de la lucha de todas las personas que viven con VIH, de las organizaciones no gubernamentales que han puesto sobre la mesa el hablar de algo tan sensible”.
Respecto a la normativa que entrará en vigencia, indicó que “habla de una respuesta integral, intersectorial en las infecciones del virus inmunodeficiencia humana, las hepatitis virales y las ITS. Se trata de un acceso a vacunas y procedimientos para el diagnóstico, consejerías postest, con formulaciones prácticas”.
Entre los principales puntos, destacan “la participación de las personas que viven con VIH en la elaboración de lineamientos para prevención, promoción y educación”, agregó Zelaya. Desde el punto de vista social, actualmente “hablamos de una respuesta mucho más rápida, para que no sean vulnerados ni discriminados. La idea es tratar de conformar un observatorio para ver las aristas que no tengan una respuesta acorde a cada situación”, agregó.
En materia de sensibilización, señaló que esta nueva ley busca “concientizar a todas las personas que acompañan a quienes viven con VIH para contenerlos, en un contexto familiar, laboral y social”. Remarcó que el objetivo es “una maduración social para que estas personas no se sientan discriminadas”. En este tiempo “hemos avanzado en pasos agigantados en la medicación, podemos hablar de una indetectabilidad rápida, con una tolerancia muy distinta y una cantidad de comprimidos mucho menor”.
A nivel provincial, Fabián Zelaya detalló que “el año pasado teníamos entre 1.200 a 1.500 personas que seguían bajo tratamiento. Esto incluye, no sólo la medicación, sino que hablamos de un tratamiento inclusivo, tratar de que tengan controles médicos acordes. Ahora incorporamos una trabajadora social para trabajar en la adherencia, que la persona entienda porqué debe tomar la medicación y hacerse controles para ver la respuesta del sistema inmunológico”.
Con estas personas en seguimiento, compartió que “algunos vienen todos los meses, preguntan por las dudas que tengan”. Recordó además que ahora se realizan operativos de testeos rápidos en zona capital y en la provincia: “Esto se organizó para brindar una accesibilidad a los vecinos en cada operativo de Salud, porque no es sólo desde el Programa Provincial, sino que se trabaja junto al Municipio y la Dirección de Bioquímica”, contó.
En los barrios, “si un test da un presuntivo positivo se activa una red para que a esa persona se tome las muestras necesarias para identificación y confirmación de caso”. Tras el análisis, “se comunica el diagnóstico y en el caso de confirmarse, ya pueda entregarse medicación”, añadió.
Zelaya indicó que, en los operativos sanitarios, “no es como hace 20 años atrás, donde aún había temor al test. Ahora, de cada 10, sólo 1 dice que no”. Por otra parte, aseguró que gracias a esto “hemos detectado casos presuntivos positivos, que ingresan al sistema de salud, para que tengan una respuesta y contención rápida”.
En cuanto al acceso al tratamiento, remarcó que “es importante que no lo tengan que venir a buscar a la capital, sino que somos los responsables de enviar a un hospital de referencia de la zona, para que esa persona se movilice lo menos posible”.
El doctor a cargo del Programa Provincial recordó que “en mi época de residencia, las personas que vivían con VIH tomaban entre 10 a 13 pastillas por día. Era totalmente intolerable, porque se pasaban horas tratando de tragar pastillas”. Actualmente, “por suerte, la medicación es pequeña, con pastillas tolerables, donde son una o dos pastillas al día, de por vida, pero con una mejoría en la calidad de vida”.
Las hepatitis virales y la necesidad de llegar a tiempo
En cuanto a las hepatitis virales, la presidenta de la Asociación Civil Voluntades, Maia Ayrault, compartió con FM 89.3 Santa María de las Misiones que, como voluntaria en los hospitales hace varios años, “mucha gente falleció porque nunca se tuvo los remedios a tiempo, no tuvieron los tratamientos”. Con la nueva normativa nacional, aprobada la semana pasada, “ahora van a contar con toda y la asistencia necesaria, en medicamentos, vacunas”, agregó.
Entre los puntos de la ley, señaló que “hay un régimen de jubilación especial de carácter excepcional para quienes transiten estas enfermedades, donde se incluye una jubilación anticipada para quienes tengan 50 años, con 20 años de servicio con aportes, con 10 años de diagnóstico. Además, de una pensión, igual al haber mínimo, para aquellos mayores de 18 años en situación de vulnerabilidad social”.
Maia Ayrault contó que, en materia de salud, “tenemos tres vacunas para la hepatitis A y B, de la C aún se encuentra en estudio. Estas son crónicas, esto quiere decir que las vas a llevar el resto de tu vida con tratamientos”.
La voluntaria remarcó que “una hepatitis que nos puede agarrar a cualquiera, porque se trata de una cuestión sanitaria”. En Argentina, “hay más de 400 mil personas que padecen hepatitis B o C, donde sólo el 30% lo sabe, porque algunas no presentan síntomas. Al aparecer todos los verdaderos síntomas, es prácticamente tarde y no hay nada para hacer”.
Mientras se esperaba que se trate el proyecto de ley, que tardó varios meses, Ayrault detalló que “en cada provincia teníamos la misión de contactarnos con los diputados y cuando pasó al Senado con los senadores”. Al respecto, lamentó que “de los 60 senadores que votaron a favor, sólo uno votó en contra y casi me muero de tristeza que el representante de Misiones, presidente del PRO, Humberto Schiavoni. Sentí no poder llegar a él, porque a lo mejor hubiera sido otra su postura”.