El establecimiento comenzó a funcionar el 10 de abril de 1922 en una pieza cedida gratuitamente por el vecino Marcos Ramírez, en la casa que ocupaba con su familia, situada en la chacra 47, del barrio Cementerio, de Posadas. La institución se inauguró sin mobiliario, y gracias a la generosidad de algunos vecinos que donaron los muebles más elementales, la escuela pudo funcionar regularmente desde el segundo día de clases.
Durante el primer año contó con apenas 45 alumnos, aunque la matrícula fue creciendo año tras año. Su primera directora fue María Isasa de Reca.
En 1947 se comenzó a construir el edificio de lo que actualmente es el local escolar, en la intersección de las avenidas Lavalle y Almirante Brown, en un terreno donado por la familia Montejano. En abril de 1948, una vez finalizada la construcción, se trasladó la escuela a la nueva edificación.
Esta construcción formó parte del Plan Quinquenal, del gobierno del general Juan Domingo Perón. Para ese entonces, la escuela ya contaba con una matrícula de 375 alumnos. La situación económica de la población escolar era de escasos recursos, y por esos años, ya se contaba con comedor escolar, cooperativa escolar, club agrícola, teatro infantil “niñas hacendosas y niños artesanos”.
Año a año la matrícula seguía aumentando, lo que hizo necesaria la creación de nuevas aulas para más secciones de grado. Se crearon siete nuevas secciones y se incorporaron nuevos talleres, como jardinería y huerta. En 1965, la escuela recibió el nombre del extinto presidente norteamericano John F. Kennedy.
A medida que crecía la matrícula se hacía necesario la creación de nuevas secciones, lo que determinó la habilitación del turno intermedio. En 1977 la escuela contaba con 1.075 alumnos y 43 docentes en la planta funcional. Durante este año se creó la primera sección de Jardín de Infantes, que comenzó a funcionar en el turno mañana. En 1983, por iniciativa de una docente de grado, se otorgó el padrinazgo de la escuela al Instituto de Lotería y Casinos (hoy IPLyC SE), distinción que fue concretada con un acto académico, según consta en el libro histórico del establecimiento.
Pasaron por esta casa de estudios innumerables docentes que se destacaron por sus acciones y permanente vocación de servicio a favor de los niños de la comunidad toda.
En 1996, el Gobierno de Misiones, a través de un Plan de refacción edilicia realizó arreglos, como cambios en el techo del edificio, el cielorraso, aberturas, baños y construcción de un tinglado.
Desde 1995, gracias a la gestión de la directora Estigarribia, la escuela fue beneficiada por Turismo Social de la Nación para realizar viajes educativos de los séptimos grados, en forma anual al Complejo Turístico de Chapadmalal (Buenos Aires) y/o a Embalse Río Tercero, en la provincia de Córdoba.
Desde 1996, la institución participa de la Olimpíada de la Olimpíada de Matemática “Ñandú”, llegando a obtener méritos a nivel local, provincial, regional y nacional. Asimismo, aquí se crearon las Olimpíadas de Matemática Infantil (OMI), desde el nivel inicial a cuarto grado, en toda la provincia.
En los últimos diez años, debido al surgimiento de los nuevos barrios y complejos habitacionales en distintos puntos de la ciudad, la población escolar se vio resentida debido a que un gran número de familias se mudaron de domicilio. A pesar de ello, actualmente cuentan con alumnos que se desplazan desde barrios alejados de Posadas, Candelaria y Garupá.
En la actualidad la oferta educativa que presenta la escuela es de modalidad jornada extendida (en el horario de 7.30 a 14.45) desde cuarto a séptimo grado; y de jornada simple para el primer ciclo en ambos turnos. Forman parte de la oferta educativa también los talleres de: coro del CEMU (Centro Educativo Musical), música, arte, laboratorio, urbano (ubicación espacial de la ciudad Posadas), matemática (olimpíadas). La escuela cuenta con 14 secciones de grado, seis en el primer ciclo y ocho (entre el segundo y tercer ciclo). Con relación a la parte alimenticia, la escuela ofrece al alumnado el desayuno, el almuerzo y la merienda, contando para ello con una cocinera, con fondos provenientes de Nutrición Escolar.
La escuela tiene el privilegio de contar con un gabinete psicopedagógico, conformado por dos profesionales; una en el turno mañana y otra en el turno de la tarde.
La institución trabaja en forma mancomunada con la Escuela Especial 64, como Escuela Inclusiva, en la integración a la escuela común de niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Los niños concurren a la escuela acompañados de docentes integradores y psicopedagogas.
Movilizante
En mayo de 2021, se hizo cargo de la Dirección del establecimiento, Pamela Wagner, acompañada de la vicedirectora, Irma Noemí Schunke. Ambas aseguraron que es “movilizante” que en esta gestión y con este grupo de docentes, la escuela celebre los cien años. “Miramos fotografías y es como que a partir de ese momento nos damos cuenta del tiempo que transcurrió, de los estudiantes y docentes que pasaron por esta institución, por sus aulas. Es gratificante encontrarse con personas adultas que traen a sus niños, e inclusive, a sus nietos. Afortunadamente, generaciones de familias nos siguen eligiendo, y esperemos que sea por muchos años más”.
Contaron que actualmente, la institución cuenta con 40 docentes y una matrícula de poco más de 300 alumnos provenientes de distintos barrios de Posadas, de Candelaria y Garupá. “La oferta que tenemos es amplia porque se trata de una escuela de jornada extendida. El primer ciclo funciona en jornada simple, y a partir de cuarto grado es de jornada extendida donde se brinda desde las materias troncales a diferentes talleres (coro, folclore, arte, plástica, urbano) y áreas especiales como inglés, plástica, tecnología”, dijo Wagner, oriunda de Jardín América, y recibida en el Instituto Montoya (revalidó el título en la Escuela Normal Mixta).
Añadió que “contamos con un buen plantel docente, y de docentes especiales. A veces pienso que esa es nuestra fortaleza. El tipo de docentes, la extensión horaria con la que contamos, y la cantidad de niños hace que la escuela sea más personalizada”.
Sostuvo que “estamos alertas con los resultados de la Prueba Aprender e intentamos revertirlos con todas las estrategias que podamos tener a mano. Tenemos servicio de comedor. Intentamos por todos los medios que los niños participen de la totalidad de los programas que nos ofrecen desde afuera (Escuela de Robótica, actividades en el CePARD). Asimismo, somos sede de olimpíadas porque tenemos profesores entrenadores y porque nuestros niños participan de los certámenes. Recientemente se realizó la olimpíada zonal de matemáticas, para la que nos visitaron niños de distintas partes de Posadas y de la zona sur de la provincia”.
El taller de coro del que están orgullosas, es del CEMU. “Tiene su sede acá, está a cargo del profesor Rubén Czaskowski y está integrado por nuestros niños que participan de distintos eventos como el de Iguazú en Concierto”.
Wagner adelantó que la escuela a su cargo forma parte del programa de refacción, manteniendo la estructura, llevado a cabo por la USCEPP, del Ministerio de Educación.
“Creemos que las obras se iniciarán el año venidero, entonces estamos ilusionadas con que la escuela va a cambiar el aspecto que denota el paso del tiempo. La van a poner a punto, respetando la estructura de base, es como un momento histórico, con sus aulas amplias, las paredes altas”, resaltó.
La Escuela 106 ofrece educación física, campamento educativo, laboratorio, informática, tecnología, inglés desde primer grado, expresión integral, olimpíadas de matemática, taller de matemática, lectura y ortografía, taller de danzas folclóricas, taller de coro (CEMU), gabinete psicopedagógico, biblioteca, comedor escolar (desayuno, almuerzo y merienda), aulas climatizadas y conexión wifi.
“Seguimos con el mismo ímpetu que hace cien años. Nuestra razón de ser son los niños, así que, por ellos, todo. Cuando salimos, nos encontramos con comerciantes que fueron alumnos de la casa, funcionarios públicos, hicimos un semillero importante. Hay muchos alumnos de esta escuela que están ocupando lugares relevantes. En todas las áreas siempre habrá un egresado de la 106. Usted fue mi maestra. Esa frase nos llena de orgullo y satisfacción”, aseguró.
Actividades por el Centenario
Este año la Escuela 106 cumple sus flamantes 100 años “construyendo sueños y dejando huellas”. El día del cumpleaños, el 10 de abril, se realizó cambio de actividades en ambos turnos y se festejó al aire libre en el área de educación física, artística y folclore, además de compartir un ágape con todo el alumnado. Como parte de esas actividades, se realizó un concurso para la confección de un PIN, con el logo de la escuela, y se llevará a cabo la caminata del Centenario, integrada por los alumnos de la escuela, exalumnos y ex docentes, con invitación a la comunidad en general, desde la Escuela hasta la avenida costanera de la capital provincial.
Asimismo, se realizará el Festival Folclórico del Centenario, en la sede del establecimiento, y con la presencia de artistas locales. Se hará un pasillo histórico en el que se expondrán fotografías, libros, revistas y elementos antiguos (cuadros, máquinas de escribir, la campana, mobiliario). También la edición de la revista en la que se contará sobre la trayectoria de la escuela. El acto académico central se llevará a cabo el viernes 7 de octubre, con la presencia de autoridades municipales, provinciales, ex docentes, ex alumnos, padres y la comunidad en general.
Mercedes Aquino, maestra de grado desde hace 30 años, sostuvo que “hacer el acto formal académico se realizará en octubre, con la presencia de las autoridades, es para darle una relevancia mayor a la parte pedagógica. Trabajamos con los niños todo el año nuestra realidad, nuestra fiesta, nuestras emociones, al ser partícipes de una escuela centenaria. Se trabaja en las distintas áreas con contenidos transversales para que los niños y las familias vivencien porque si bien esta es una escuela más pequeña ahora, menor a la que era cuando vine, pero la familia tiene un gran sentido de pertenencia, mezquinan mucho a la escuela, acompañan a sus hijos a las convocatorias. Es una manera de concluir la serie de festejos que venimos realizando”.
Por lo general, el 5 de junio la comunidad escolar planta árboles para conmemorar el Día del Medio Ambiente, y cuando algunos adultos vienen de visita, siempre dicen: “mira el árbol que planté ya es un ejemplar de una circunferencia considerable”. Entonces, “queríamos tener el árbol del centenario que nos represente. Este año fueron frutales porque en la feria de ciencias los niños trabajaron con la miel, y el objetivo era saber de dónde se nutre la abeja. Además, también para recolectar los frutos que el árbol nos brinde, más allá de la sombra”.