Una pregunta que surge con frecuencia por parte de aquellos que se están iniciando en la práctica de la meditación es cómo parar la agitación incesante de los pensamientos sobre ayer, hoy y mañana, sobre los objetos, eventos y otras personas.
La respuesta es sencilla. Necesito crear, de forma consciente y deliberada, pensamientos positivos relacionados con el estado natural del ser.
Es esencial el recordar un principio fundamental del auto-conocimiento: Yo soy el creador de mis propios pensamientos y sentimientos. Los pensamientos son mi creación. Depende de mí el tipo y calidad de pensamientos que circula constantemente por mi mente.
Existen cuatro tipos básicos de pensamientos:
Pensamientos positivos o reconstituyentes. Son aquellos relacionados con la naturaleza innata del ser verdadero o la de los otros, sobre el conocimiento espiritual, sobre la tarea de ayudar a elevar a otros espiritualmente, a dar felicidad, a tener buenos deseos, sobre virtudes, respeto a uno mismo.
Pensamientos negativos o debilitadores: sobre los defectos de los demás, sobre el fracaso, la falta de autoestima, la ira, la frustración, la vanidad, la arrogancia o la pereza.
Pensamientos inútiles o innecesarios: preocupaciones y miedos, imaginación irreal o fantasear los hechos, pensar repetidamente sobre una tarea específica que en realidad necesita poca preparación.
Esto también debilita al ser.
Pensamientos neutros o prácticos: los relacionados con las funciones corporales o responsabilidades, como comer, bañarse, cuidar de los hijos o tareas de trabajo.
Los pensamientos están sujetos a ciertos criterios cuya comprensión también resulta útil puesto que pueden generar efectos o vibraciones positivos, negativos o neutros.
Los pensamientos positivos producen vibraciones de alta calidad que pueden superar a los pensamientos negativos de más baja calidad. Todos los pensamientos crean un efecto externo sobre los otros y sobre la atmósfera que hay alrededor, que determinará entonces un retorno específico al ser.
Los pensamientos son mi creación. Depende de mí el tipo y calidad de pensamientos que circula constantemente por mi mente.
Aceptando esta responsabilidad inicio un proceso de cambio y auto-control de los pensamientos en mi vida, y por tanto me beneficiaré del efecto positivo y armonizador que tienen los pensamientos de calidad más elevada.
Nos vamos acompañando.