Cada vez son menos los niños y adolescentes que no promocionan de año en Argentina. La tendencia en baja es anterior a la pandemia: en secundaria, el porcentaje de alumnos que no promocionan cayó 4,7 puntos entre 2011 y 2019; y en primaria la caída fue de 1,4 puntos porcentuales en ese mismo período.
La tendencia podría profundizarse más después de la pandemia cuyo primer año (2020) tuvo períodos prolongados sin clases presenciales, razón por la que distintas jurisdicciones decidido revisar sus requisitos para la promoción escolar. Formosa, Santa Fe o Santa Cruz son algunas de las provincias que flexibilizaron los requisitos de promoción ante este escenario excepcional.
Aunque Misiones no modificó los requisitos de promoción (se pasa de año hasta con tres materias previas), sí implementó el sistema de libreta abierta permitiendo elegir al estudiante que tiene más de tres previas si recursaba el año o seguía con sus compañeros en el curso siguiente. Este sistema excepcional, que permite cursar como si se hubiera promocionado el curso sin haberlo hecho, estaría vigente hasta julio de este año cuando los alumnos que no hayan aprobado las materias pendientes (si son más de tres) deberán volver al curso inferior.
Eje del debate
Flexibilizar los requisitos de promoción o permitir que los alumnos sigan con libreta abierta pone de relieve la discusión acerca de la conveniencia o no de la repitencia como estrategia pedagógica para compensar aprendizajes de los alumnos sumado al supuesto peligro de que la repitencia estimule el abandono escolar.
En su último informe “¿Todos pasan? La promoción de grado/año en Argentina”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Flavio Buccino (docente y especialista en gestión educativa), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación) explora la evolución de la promoción escolar desde 2011, a partir de la información de los Relevamientos Anuales publicados por el Ministerio de Educación de la Nación. Este informe no indaga sobre las razones de este aumento de la tasa de promoción de año.
Entre 2011 y 2019 aumentó la cantidad de estudiantes que pasan de grado o año en todo el país, con excepción de Santa Cruz y Tucumán. Los alumnos “no promovidos” son aquellos que no cumplen con los requisitos de acreditación de los aprendizajes correspondientes a un grado/año y, por lo tanto, no pueden cursar el grado/año inmediato superior. La tasa de no promoción para el nivel secundario pasó del 18,4% en 2011 al 13,7% en 2019: cayó 4,7 puntos porcentuales. En primaria, la tasa de no promoción cayó de 3,1% a 1,7% en el mismo período.
Tendencia en el mundo
“Los sistemas educativos del mundo van abandonando la repitencia y adoptando la promoción pedagógica. Es notable cómo estos cambios de régimen de promoción son aceptados y hasta celebrados por la comunidad académica, pero encuentran fuertes resistencias tanto en las familias como en el cuerpo docente”, señaló Flavio Buccino, coautor del informe.
A su entender, “las nuevas formas de promoción pedagógica como medida aislada no solucionan la falta de adquisición de aprendizajes de los alumnos. Pero modificar una práctica nociva como la repitencia implicará un avance: obliga a la comunidad educativa a buscar soluciones eficaces para apoyar a los alumnos con dificultades de aprendizaje”.
“La escuela secundaria no encuentra el equilibrio entre promover, garantizar calidad de los aprendizajes y evitar el abandono escolar. La mejora en los datos de promoción es auspiciosa cuando se logra con seguimiento de trayectorias escolares, apoyo por fuera del horario escolar, nuevas estrategias pedagógicas”, reflexionó Claudia Balagué.
El curso con más dificultades
En el sistema educativo argentino, el primer año de la secundaria determina un aumento en las tasas de no promoción en todas las provincias, independientemente de la duración de la primaria (6 o 7 años, según la provincia).
El 8° año escolar (1° o 2° año de secundaria, según la provincia) es el que presenta mayores niveles de no promoción, junto con el último año de secundaria (en el que deben aprobarse todas las materias para que el estudiante se considere “promovido”).