Está difícil la situación para los productores de cerdos en Misiones a causa de la escasez de gasoil y del costo cada vez más elevado de los alimentos.
“En este momento los productores estamos teniendo un mercado muy desfavorecido, especialmente para conseguir el alimento”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Claudia Silva y productora de Jardín América junto a su esposo Federico Pufal.
Ambos trabajan en la feria franca de Villa Urquiza desde la crisis del 2001, pero afirman que nunca el mercado había estado tan deprimido como ahora.
“Tener cerdos en un criadero implica darles de comer maíz, soja y trigo, que no se producen en Misiones a escala. Eso lleva a que compremos la que ingresa de afuera, pero cada vez es más complicado por los fuertes impuestos que aplica Rentas”, amplió la mujer.
“Los productores somos quienes terminamos absorbiendo los elevados costos, ya que el transportista que los acarrea, carga todos los costos que paga en concepto de impuestos, en el precio final”, explicó.
Eso ha llevado a que se desaliente la producción de los pequeños productores quienes se están dedicando a otra actividad porque no les cierran los números.
“En nuestra región muchos colegas dejaron de criar animales porque no pueden comprar el maíz de afuera. Porque no es que el producto sea caro en sí, sino que hay una enorme cantidad de impuestos que los transportistas pagan en el camino y encarece todo”, reiteró la mujer.
De acuerdo a su reporte, se intentó por varios medios encontrar una solución para que la comida que llega para los feriantes no tenga que ser tan costosa, pero todas las gestiones fueron en vano.
Dijo Claudia: “Un gran problema es que Misiones no tiene fábrica de alimentos núcleo para alimentar porcinos, que son los productos base que se usan para preparar los alimentos. Todo lo que necesitamos lo debemos comprar de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos”.
“Producir un kilo de cerdo en el campo de los pequeños productores sale más caro que lo que se gana por ese kilo”, prosiguió.
Según ella, en el período de los dos últimos años el 10% de los productores ya cambiaron de actividad y el resto está trabajando a pérdida.
“El futuro es muy sombrío, si esta situación no se soluciona es difícil no pensar en terminar cerrando las puertas”, dijo la mujer.
El maíz y la soja son los alimentos principales que comen los cerdos y tuvieron la liberación de retenciones.
“El alimento está en el costo alrededor de los 35 pesos por cada kilo, sin IVA y sin los impuesto que cobra Rentas cuando ingresan los productos a Misiones. Eso sin agregar trabajo personal y otras cuestiones como vacunas y demás. Hoy se está pagando el cerdo, en el mejor de los casos, alrededor de los 350 pesos”, comparó.
“El punto es que esta situación solamente beneficia a las grandes marcas de chacinados, ya que las fábricas grandes tienen tierras donde siembran el maíz, tienen sus cerdos, tienen la faena y llegan a la góndola con los chacinados. El problema es para nosotros quienes quedamos fuera de este esquema del Gobierno”, denunció.
Consultada sobre cuáles son las gestiones que se viene realizando con las instituciones, por ejemplo las ferias francas y el Gobierno provincial para tratar de revertir la situación de los productores porcinos, Claudia comentó que “tuvimos una reunión con todos, se viene hablando y haciendo visible la situación, pero el problema es, ¿cómo resolvemos de forma urgente la situación de la comida en materia de costos?”, se preguntó.
Alta demanda y consumo
En Misiones el mercado productivo de cerdos es relativamente escaso.
“Esto ocurre porque tenemos casi todo en contra, no nos vemos favorecidos para llegar a un desarrollo y la gran mayoría de las veces quedamos fuera de competencia con los precios de las grandes fábricas”, graficó Claudia Silva.
Según ella, el consumo de cerdo es elevado. “Cuando comenzamos con el emprendimiento, hace 10 años, aunque las condiciones eran distintas, el consumo de la carne no estaba tan promocionado como ahora. Hemos visto un aumento considerable en la demanda”.
Para la Claudia, la razón por la cual la carne de cerdo no era muy requerida tenía que ver con la cantidad de grasa que aportaba, pero como, por ejemplo, los avances en genética han sido importantes, eso ya no es problema.
“Hemos desarrollado un producto con muy poca grasa y ello llevó a un aumento del consumo a niveles que antes no había por sus beneficios médicos”, sostuvo.