Practica la risa
Todo lo que no es del Espíritu – como el miedo, la enfermedad, preocupación, vergüenza, ira, y similares – es digno de tu risa. Practica la risa ante la importancia que tú y tanta gente da a las circunstancias cotidianas. Verlo desde una perspectiva eterna aligerará esa carga pesada.
Tu ego quiere que vivas en un estado de autoimportancia, pero el Espíritu Santo sabe que la única cosa que es verdaderamente importante es estar alineados con el Espíritu.
Ayuda a otros
Muéstrate más cooperativo. Tal vez hemos sido criados en una conciencia egoica en la que se hizo hincapié en la necesidad de “mirar hacia fuera siendo el número uno” y “conseguir lo que se pueda antes de que lo hagan otros”. Pero les aseguro que cuando nos transformamos y compartimos, estas prioridades desaparecen. Así que cada vez que nos encontramos “con ganas de más”, la solución es hacer algo más por la sociedad, por la humanidad o por el medio ambiente.
No tengas límites
Repite este mantra “No tengo absolutamente ningún límite en lo que intento crear”.
Repitiendo estas palabras, encontrarás que te mueves en el mundo del Espíritu, donde lo ilimitado define toda la realidad.
Muere mientras estés todavía vivo
Imagínate a ti mismo sin un cuerpo. Has el intento de pasar algún tiempo cada día en estado de meditación, en el que te sueltes de todas las ideas sobre el tiempo, el espacio y la direccionalidad lineal. Imagínate sin un cuerpo, sin ninguna posesión o apego. Al verte a ti mismo de esta manera, comenzarás a conectar con el mundo del Espíritu.
Espera un milagro
Recuerda que tienes fuerzas latentes esperando ayudarte. Visualízate a ti mismo como un ser que puede manejar estas fuerzas para que trabajen contigo. Desarrolla el poder de negociar con tu capacidad de activar y atraer esas fuerzas latentes. Recuérdate esta verdad: si permanezco en armonía con el Espíritu, con esa invisible fuerza que todo lo ha creado, ella obrará en mi nombre.
A continuación, comienza a buscar el más mínimo indicio de que esas fuerzas en hibernación están despertando de su aparente letargo para trabajar contigo. En realidad, estas fuerzas nunca duermen; más bien, sólo trabajan contigo cuando estás en concordancia vibratoria con ellas. Así que cambia tus expectativas para ti mismo -espera lo mejor, espera orientación, espera que tu fortuna cambie, ¡espera un milagro! Wayne Dyer.