En la mañana del 17 de junio de 2021, un bebé de poco más de 41 horas de nacido, fue encontrado sin vida en un contenedor de basura ubicado sobre la avenida Andresito donde cruza la chacra 32-33. La progenitora, una joven de 29 años, fue detenida a las pocas horas luego que los investigadores pudieran identificarla en base a indicios. Completada una última pericia que tuvo que ser vuelta a hacer, todo indica que en breve el expediente será elevado a juicio.
Según fuentes consultadas por este Diario en los últimos días el Juzgado de Instrucción 6 a cargo del magistrado Ricardo Walter Balor y la fiscalía representada por René Germán Casals, hicieron lugar a un nuevo informe psiquiátrico de un perito de parte, puesto que debió ser declarada la nulidad del anterior. Sucedió que lo que debía ser un informe profesional acerca del estado psíquico de la acusada se asemejó más a una indagatoria.
El mismo había sido impugnado por el defensor oficial, como así también las primeras entrevistas en la cual le hicieron preguntas sin que estuviera presente su representante legal.
Con esta última medida sumada al expediente, se puede adelantar que a la brevedad el expediente será corrido vista a la fiscalía para que opine si ya puede ser cerrada la etapa de instrucción. La imputación que enfrenta la progenitora es la de “homicidio agravado por el vínculo”, artículo 80 del Código Penal, el cual estipula la pena de prisión perpetua.
La pericia forense señaló que el bebé fue estrangulado con un pañuelo que la mujer tenía puesto cuando fue detenida, hecho que ocurrió durante la misma mañana del hallazgo. Efectivos de la División Homicidios la ubicó en su lugar de trabajo, una agencia de quinielas de la avenida López Torres casi Bouchardo.
A las 6.40 de aquel jueves dos recolectores de residuos se toparon con que dentro de una bolsa se encontraba el cuerpo de un recién nacido.
Inmediatamente dieron aviso a la policía y la primera tarea que tuvieron los uniformados fue develar quién era la madre. Un ticket de compra de pañales hecho en un supermercado orientó enseguida la investigación. Por la hora que figuraba en el mismo revisaron las cámaras de seguridad y tuvieron la primer imagen de la presunta mamá del bebé muerto abandonado y descartado. Luego una cámara de seguridad registró a la misma mujer cuando se acercaba con un bolso al contenedor.
Supieron que residía en el mismo barrio Cristo Rey y vivía con su madre y su padrastro. Cuando los efectivos dialogaron con ellos conocieron el lugar donde trabajaba. Les manifestaron que no sabían que ella hubiera cursado un embarazo. La pesquisa no pudo identificar al padre del niño. Tampoco la joven aportó datos al respecto.
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