Productores yerbateros están viendo con preocupación la reacción de los plantaciones tras el paso de las fuertes lluvias y un buen número de ellos, especialmente en Jardín América, Campo Viera y toda la zona productora de la zona centro, comenzó a reportar una fuerte aceleración de caída de hojas de las plantas.
“Eso es algo preocupante y deja en evidencia que las plantas quedaron muy perjudicadas por la sequía”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el productor yerbatero y presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), Cristian Klingbeil.
Hay que recordar que en las últimas dos semanas se registraron picos de tormentas intensas y con una caída de agua por encima de los 300 milímetros en pocos días.
“Esto hizo caer las hojas en los yerbales donde normalmente no se solía tener ese inconveniente”, graficó Klingbeil.
“No tenemos que olvidarnos que atravesamos el tercer año con sequía consecutiva y las plantas claramente se fueron resintiendo y las últimas, durante el verano pasado, fueron las más graves porque además ocurrió durante una ola de calor sin precedentes”, reseñó el dirigente agrario.
Luego agregó que “ahora sería más que bueno que podamos tener un año normal y dentro de lo previsible para que las plantas vuelvan a formarse y recuperarse”.
Atendiendo que para este mes y durante julio se esperan temperaturas y heladas en Misiones, y que este invierno 2022 será más frío que en años anteriores, el sector yerbatero “no puede estar desprevenido”, advirtió Klingbeil.
En cifras
De acuerdo a un informe de Coyuntura Regional NEA elaborado por la Fundación Mediterránea cayó un 53% el ingreso de hoja verde a los secaderos en la zona productora pasando de 270.282 a 128.200 toneladas.
La situación se registró debido a la fuerte sequía vivida en la región principalmente en los últimos meses del 2021 y primeros del 2022, pero también fue “producto de una abundancia de precipitaciones en los meses de cosecha, que hizo que cayera el rendimiento de toneladas por hectáreas 16% en promedio de las seis zonas”, según menciona el estudio.
En ese sentido, los productores esperan una disminución de alrededor del 15% en la producción de esa infusión, a decir de Klingbeil.
“La sequía, las lluvias, el atraso en el inicio de la zafra y la falta de mano de obra, en algunos casos, nos puede llevar a una merma, que si bien, en los primeros meses de este año pensábamos que iba a ser importante, lo que pasó es que algunas plantaciones tuvieron una buena recuperación a finales del verano”, contó.
De todas maneras, según Klingbeil, no tendrá incidencia directa con el stock en góndola. Sin embargo, en un contexto de inflación galopante, no se puede decir lo mismo sobre la suba de precios.
“Por cuestión de la sequía no debería subir, porque hay stock, pero lo vengo recalcando hace rato debería haber un mejor precio por ejemplo por el impacto en los costos de producción, como los fertilizantes que subieron muchísimo y por la escasez de combustible”, finalizó el dirigente agrario.
En el marco del mismo informe, otro aspecto a resaltar es el crecimiento exponencial en los últimos dos años.
“De acuerdo a información del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) publicada recientemente, la superficie plantada de yerba mate asciende a 209.277 hectáreas lo que implica un incremento de un 18% respecto al 2020”, se menciona en base a datos del INYM y de ahí que las limitaciones a las plantaciones impuestas por el Instituto a partir de este año, lo cual según el análisis de la Fundación Mediterránea “tendrá efectos muy claros en el mediano plazo”.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate comenzó esta semana a notificar imputaciones a legales de cuatro operadores que no habían presentado la solicitud correspondiente para incorporar nuevas plantas en sus parcelas.
“Los sumarios que se están labrando son el resultado de las acciones de control que estamos llevando adelante por medio del área de Fiscalización del Instituto, en el marco de la Resolución 170”, destacó Marcelo Hacklander, director por el sector de la Producción y secretario de la subcomisión de Fiscalización, según un comunicado de la entidad yerbatera. La mencionada Resolución 170/2021 habilita a todos los productores a incorporar anualmente cinco hectáreas nuevas, a implantar hasta el 2% de la superficie ya declarada y a reponer las plantas secas o muertas.