A mediados de mayo del año pasado se conocía la primera denuncia por acoso y abuso sexual de una empleada del Juzgado de Familia y Violencia N°2 de Puerto Iguazú contra el titular del mismo, Pedro Fragueiro. Le siguieron al menos otras cuatro de similares características, hechas por mujeres de distintos municipios.
Por el escándalo, el magistrado primero tomó licencia y luego presentó la renuncia. Sin embargo, en un hecho sin precedentes, el gobernador Oscar Herrera Ahuad no la aceptó y ello permitió que el Jurado de Enjuiciamiento a Magistrados y Funcionarios lo enjuicie.
Así, junio se inició sin Fragueiro en el cargo, tras un fallo unánime con fuerte perspectiva de género emitido el 31 de mayo de 2021 por los siete miembros del jury porque “faltó a sus deberes de funcionario” y ocupó el cargo para ejercer el poder y generar en sus denunciantes “daños irreparables” por acoso y abuso sexual simple.
El juez echado había asumido en el cargo en agosto de 2018. De acuerdo al primer voto -adherido por los seis ministros restantes- y que correspondió a la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Rosanna Pía Venchiarutti Sartori, el desempeño de Fragueiro quedó “encuadrado por actos de violencia de género” al que le correspondía un fallo con la respectiva perspectiva.
“Estos actos no pueden ser tolerados, menos en un funcionario judicial o un juez”, remarcó Venchiarutti antes de afirmar que el “patrón de conducta” de Fragueiro violó la ley y quedó probado por “las similitudes de los relatos de las cinco denunciantes” que declararon durante la primera jornada del debate.
Amplió que “el patrón de conducta del juez trascendió el ámbito del trabajo”. En este punto recordó el relato de la niñera de los hijos de Fragueiro. “La víctima se preguntó: ‘¿Estoy estudiando abogacía y este hombre (secretario del juzgado Civil 2 de Oberá en 2008) me acosa, qué estoy haciendo?’”.
Un día después de su destitución, se pidió la detención del exmagistrado pero no fue concedida.