Un excabo de policía estaba por ir a juicio acusado de haber golpeado a una persona en la vía pública, haberle colocado las esposas y haber obrado por fuera de lo legal en un supuesto procedimiento. Tenía fecha de debate fijada para el 5 de mayo pero no llegó a concretarse porque optó por firmar un juicio abreviado. Lo llamativo del caso es que el expediente giró durante casi 19 años por los despachos. Finalmente está a sólo un paso de clausurarse.
El acusado es José Almiro “Parafuso” Goulart (49), quien se desempeñaba en la comisaría de Alba Posse, el 16 de agosto de 2003 cuando ocurrió el hecho. Asistido por sus defensores particulares, María Cristina Salguero y Héctor Ariel Salguero, acordó evitar la comparencia en un debate por los delitos de “privación ilegal de la libertad, apremios y falsedad ideológica de documento público calificado”.
La denuncia que lo llevó a esta instancia la había efectuado un hombre de 25 de Mayo por los apremios que sufrió de parte del aquel entonces policía sobre la avenida San Martín.
En su presentación indicó que a las 3 de aquel día, regresaba del monte donde había ido a cazar. Pasaba frente a un bar con un rifle al hombro y dos machetes, cuando se presentaron dos personas en motocicletas que estaban de civil pero manifestaron ser policías.
El hombre se asustó e intentó salir a correr pero uno de ellos le hizo una zancadilla. Se le tiraron los dos encima y comenzaron a golpearlo para luego ponerle las esposas.
Según ese relato, Goulart lo acusó de ser un ladrón, le sacó el rifle y los machetes. Lo hicieron caminar así varias cuadras. Después de arrodillarlo frente a un negocio de la zona le sacaron las esposas y le dijeron que “desaparezca” . La víctima aclaró que se había identificado ante ellos y les había explicado de dónde venía pero actuaron igual contra él.
En la revisación médica quedó constancia que refería dolor en la nuca, ambos oídos, abdomen, glúteos y rodilla.
Cuando fue el turno de declarar del acusado, dijo que estaba en comisión de servicio en 25 de Mayo porque se investigaba el robo de una motosierra. Alrededor de las 4.30 observó a una persona que caminaba por la ruta provincial 8, la cual portaba un bolso, un rifle y dos machetes.
Cuando se acercó, tras identificarse como policía, dijo que el sospechoso arrojó todos los elementos y salió a correr, no pudiendo seguirlo debido a la oscuridad. Señaló que no pudo identificarlo y tampoco tuvo oportunidad de realizar el acta de incautación.
En la causa declararon varios testigos y eran coincidentes los testimonios respecto a que Goulart había golpeado a la víctima. Uno de ellos indicó que mientras lo llevaba esposado no dejaba que levantara la vista y lo dirigía para un lado que no era la comisaría.
Con todas las pruebas obradas, la fiscalía ante el Juzgado de Instrucción 2 solicitó la elevación a juicio en noviembre de 2005. Gran cantidad de apelaciones realizadas por uno de los anteriores defensores del encartado, hizo que pasaran casi dos décadas sin que pudiera el caso llegar a debate.
Finalmente en los últimos días con los nuevos defensores de Goulart y la Fiscalía ante el Tribunal subrogada por Miryam Silke, acordaron una pena de tres años de prisión en suspenso para el acusado. Aún resta que el Tribunal Penal de Oberá dé el visto bueno a esta abreviación del debate.