Más de dos años después, cientos de fieles de todas las edades participaron en la tradicional peregrinación al Centro de Espiritualidad de Fátima, que cumplió 60 años.
Bajo el lema “Madre de la paz, guíanos en el camino de la Misión”, se celebró este domingo la fiesta patronal de la Virgen con la procesión que salió de la Catedral a las 6. La misa central tuvo lugar a las 9 en el predio tras la llegada de los cientos de peregrinos.
“Todos los años participamos, siempre venimos a pedir salud y trabajo para la familia. Vemos que no hubo el mismo movimiento que años anteriores pero seguro que se irán sumando muchos más”, expresó a PRIMERA EDICIÓN Rosana Blanco (45) del barrio Santa Rita de Posadas quien junto a su esposo fue una de las primeras en llegar a la Catedral de Posadas para iniciar con la procesión.
En consonancia, Beatriz Barrios (45) de Barrio Nuevo Garupá contó que este año la acompañan su hermano, su sobrina y su mamá. “Desde los 12 años tengo recuerdos de esta peregrinación, pedimos salud y trabajo para la familia”, señaló.
Asimismo, su madre María del Carmen de 65 años relató que desde hace 45 años que hace la tradicional procesión. “Empecé cuando hice una promesa para mi hijo que tiene un mellizo, que nació con problemas, entonces hace 45 años que vengo sin falta para cumplir mi promesa. Veo que este año hay menos gente en comparación con los anteriores pero Gracias a Dios, nosotros estamos presentes”, destacó.
Fue así que tras la bendición los peregrinos iniciaron la caminata de más de 10 kilómetros desde la Catedral San José hasta el Centro de Espiritualidad de Fátima. En esta ocasión, hubo fieles que hicieron la procesión descalzos para cumplir promesas realizadas a la Virgen.
Una de ellas fue Florencia Bogado del barrio Santa Rita quien manifestó que “es impresionante, este año más que nunca, con mucha emoción y espiritualidad. Traje un pedido especial y más que nada para agradecerle a la Virgen que pasamos esta situación, por mis familiares que están todos vivos”.
De igual manera, Norma Ávalos caminó descalza e hizo de rodillas el ingreso al templo de la Virgen. “Estoy haciendo una promesa que le hice a la Virgen por mis hijos, todos los años participamos pero esta es la primera vez que hago esta promesa y pienso cumplirla”.
La jornada también se destacó por la presencia de los jóvenes creyentes, entre ellos el grupo de Santa Lucía, que llevó banderas de Ucrania. “Pedimos por la paz del mundo y la conversión de los pecadores. Nos unimos a esta celebración, el pueblo y la fe cristiana. La fe del pueblo misionero, se manifiesta en esta fiesta con esta alegría, es algo tradicional que está en nuestros corazones”, comentó Rosana.
Durante la homilía se enfatizó que en la misa se iba a rezar de manera especial “por la paz en el mundo y que todos los cristianos estamos llamados a ser testigos del amor. Un amor que da la vida, un amor que respeta a todos”.
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