En Corrientes la apicultura experimenta desde hace varios años un progresivo crecimiento. Según los últimos registros, la provincia correntina contaba con unos 550 apicultores, 27.000 colmenas y producía unas 300 toneladas de miel al año, indicadores cercanos a las provincias de Misiones y Formosa, y por debajo de Chaco que tiene un mayor desarrollo de la actividad.
Pero los recientes incendios ocurridos en la provincia afectaron fuertemente a la producción apícola. En ese sentido desde la Facultad de Ciencias Agrarias y el Laboratorio de Análisis de Productos Apícolas “Labapi” (Facultad de Ciencias Exactas y Naturales) de la UNNE, investigadores del grupo “Mieles del NEA”, buscan aportar información que permita estimar el impacto concreto de los incendios sobre la producción, y ver cómo se encuentran actualmente los productores.
Según explicó Cristina Salgado Laurenti, directora del grupo de investigación, los incendios por un lado produjeron la quema de muchas colmenas, con la consecuente muerte de abejas.
Por otro lado, la apicultura de Corrientes en más de un 80% está estrechamente ligada al eucalipto, siendo esta especie una de las más afectadas por los incendios como así también fueron destruidas otras especies vegetales nativas que las abejas visitan de manera complementaria al eucalipto para obtener néctar y/o polen.
Salgado aclaró que, de manera previa a los incendios, la producción apícola ya venía sufriendo los efectos de la sequía prolongada que afectada la región, con acotadas precipitaciones muy por debajo de lo normal en los últimos dos años, y que redujo la producción de néctar y polen de los árboles.
La falta de agua y alimentos generó un cuadro crítico para las abejas, que posteriormente se agravó con el fuego. Al respecto, comentó que desde el grupo “Mieles del NEA” recorrerán las unidades productivas apícolas para cerciorarse sobre el estado de la producción tras los incendios, se evaluará el estado sanitario de las abejas, y también se obtendrán muestras de miel para hacer análisis polínicos y físico-químicos.
Indicó que buscarán también conocer las estrategias implementadas por los productores frente a la emergencia, pues, por ejemplo, existen casos de colmenas que no se quemaron pero sí sufrieron la reducción de su plantel de abejas por la muerte de muchos ejemplares, lo que afectará la producción por colmena.
Ante la quema de los eucaliptales y otras especies utilizadas con más frecuencia por las abejas, una de las alternativas es el traslado de los apiarios a otros sitios que cuenten con el recurso natural, pero ante la dimensión de los incendios es posible que dentro de sus establecimientos los productores no tengan áreas aptas para mover las colmenas.
Además para que sea óptima como estrategia, la movilización de colmenas debe hacerse a no menos de 5 kilómetros del lugar original, y muchas veces la producción apícola no se desarrolla en establecimientos con grandes extensiones.
También se pueden plantear alternativas de nutrición complementaria ante la falta del alimento natural que le proveen los árboles.
“Queremos ver el estado de las colmenas en producción, el equipo de trabajo está capacitado para brindar el asesoramiento que sea posible respecto a la situación que atraviesan los productores” reiteró Salgado Laurenti, docente de la Cátedra “Morfología de Plantas Vasculares” de la Facultad de Ciencias Agrarias y de “Palinología” de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura.
Recordó que el 80% de la producción apícola de la provincia depende de la floración del eucalipto, lo cual expone la necesidad de conocer el impacto de los incendios sobre esta especie en particular, a fin de poner la mirada en la pronta recuperación del sector apícola.
Destacó que desde el grupo “Mieles del NEA” habitualmente trabajan de manera articulada con los productores, así como con otras instituciones del sistema científico como INTA, CONICET y las áreas de apicultura de los gobiernos de la región.
El proyecto de relevamiento del estado de la producción apícola que realizará el grupo “Mieles del NEA” fue una de las iniciativas seleccionadas en la Convocatoria de Subsidios Específicos para grupos de investigación que la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE otorgó a fin de abordar la problemática y el impacto provocados por la sequía e incendios en la provincia de Corrientes.