Se reactivaron las recepciones, casamientos, cumpleaños y fiestas de 15 y casi no se consiguen fechas disponibles hasta después de diciembre en los salones de fiestas habilitados en Misiones.
Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN Gastón Gilek, titular de la Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos (AMPROE), quien advirtió que “no podemos cubrir toda la oferta por una cuestión que nos hemos quedado sin salones y sin mano de obra calificada por la pandemia”.
“Realmente viene muy bien el cierre del año, diciembre está prácticamente un 95% vendido, de acá hasta fin de año tenemos una gran demanda”, remarcó.
No obstante, aclaró que no pueden cubrir todos los pedidos debido a que la oferta está limitada principalmente por la falta de espacios físicos habilitados como salones, campos y clubes. “No tenemos la misma cantidad de salones que teníamos en la prepandemia, estamos limitados, y hay muchos espacios que no están habilitados, que son clandestinos y que son una competencia desleal, en algún momento se tiene que retomar la regularización y la normalización de todo eso con el Estado provincial y los Estados municipales”, apreció.
Precisó que en 2019 había un total de 114 salones de eventos habilitados en Misiones, pero que después de la pandemia hubo una merma del 60% en salones privados. “El sector privado fue el más afectado, solamente en Posadas desaparecieron salones como la Stanza, el Gala, el de la Sociedad Italiana, el del Complejo la Aventura que eran salones muy importantes para la sociedad y no los habilitaron nunca más”, detalló.
En este sentido, Gilek apuntó que “estos espacios no habilitados como campos, quintas, quinchos o casas alejadas de la ciudad presentan muchos problemas de infraestructura, eléctricos, de asistencia, de falta de sanitarios y entradas”.
A pesar de esta situación, el titular de la AMPROE sostuvo que están contentos ya que si bien no están por los mismos niveles que tenían en la prepandemia “están muy cerca de alcanzar esos números”. “Vemos que se reactivó y que esto está atrayendo un incremento de toma de personal, las empresas están en búsqueda de trabajadores”, destacó.
Sin embargo, manifestó que “hubo una migración de muchos trabajadores de la industria del evento como mozos, cocineros, chefs, diseñadores, técnicos, sonidistas, ambientadores, decoradores, etcétera que al estar sin actividad -y al no ser alcanzados por las ayudas del Estado- se cambiaron de rubro o migraron a otras ciudades”. “Hoy nos está faltando mano de obra calificada para llevar adelante un servicio acorde a la necesidad”, señaló.
Otra situación que genera incertidumbre es la cuestión inflacionaria lo que dificulta trabajar con presupuestos para eventos.
“Si bien tenemos muchas fiestas cerradas, con contratos y demás es muy difícil establecer un precio a largo plazo. Los eventos sociales ya sean recepciones, casamientos, cumpleaños o fiestas de 15 años, siempre se trabajan con una antelación de entre seis y hasta 12 meses por una cuestión de economía, de reservas y organización entonces poder presupuestar y brindar un precio a seis meses es prácticamente imposible sobre todo porque ahora en junio/julio están las paritarias y tenemos aumentos en todos los costos que terminan afectando toda la cadena”, explicó.