Un perito presentado por la defensa del acusado de matar de una puñalada en el pecho a Maximiliano Mendoza (25), relató ayer ante el Tribunal Penal 1, que Hugo Alberto Rolón fue intoxicado con algún tipo de psicofármaco en la bebida de la ronda de tragos y que bajo los efectos de la mezcla no recordó nada de los sucedido en el ataque mortal de la madrugada del 9 de junio de 2018 en una vivienda del barrio Progreso, a pocos metros de la Rotonda posadeña.
La coartada fue planteada por Eduardo Eustaquio Villalba (86) médico legista jubilado. Aseguró que de su análisis se “infiere” que Rolón no comprendía la criminalidad de sus actos al momento del homicidio. “No recordaba absolutamente nada, estaba golpeado y bajo estado de ebriedad y drogas”, además estaba “con el tabique nasal roto y un ojo lastimado”.
En cuanto al grado de intoxicación estimó que el 0,60 de gramos de alcohol en sangre del test realizado por el galeno policial que revisó a Rolón a los pocos minutos de su detención, correspondería a 1,25 “estado cuarto” (de seis que establece la estimación de ebriedad). Lo que contrasta con la apreciación de Carlos González, forense del Poder Judicial que sostuvo que la regla indica que esa graduación alcohólica comprende al primer nivel de la escala. El grado máximo, cinco y seis, son los considerados “coma alcohólico”.
Villalba sostuvo que Rolón fue sometido a la “vieja táctica de drogar a las personas para luego hacerlas creer que hicieron tal cosa”.
En cuanto a las drogas en la bebida que compartían con Mendoza y Alejandro Machado en la vivienda de calle Cerrito al 2025, el perito manifestó que “Rolón notó que tenía pastillas en el licor porque estaba acostumbrado a beber y ese efecto que sintió era nuevo, prácticamente no podía caminar. El imputado refirió que estaba drogado porque cayó de golpe”.
Tanto en el cuerpo de Rolón como en el cadáver de Mendoza no se hallaron vestigios de fármacos canabinoides como el clonazepam, que el acusado en su declaración en la primera jornada del debate afirmó le colocó Machado a las bebidas y que eso lo hizo dormirse en la cuarto pequeño que alquilaba el “Porteño” Mendoza y que fue Machado el homicida.
“No recuerdo”
Cecilia Fernández, tía abuela de Hugo Rolón y en cuya vivienda residía el empleado municipal acusado de “homicidio simple”, también declaró ayer y su relato sumó a la polémica frente a los jueces Ángel Dejesús Cardozo, Viviana Cukla y Juan Manuel Monte.
“Recuerdo que Hugo me dijo ‘le mataron a Maxi, pero yo no fui’. El entró esa madrugada desesperado a mi habitación, estaba golpeado y borracho, no tenía manchas de sangre y se sacó toda la ropa y se fue a su pieza a cambiarse. Luego se subió al techo con dos piedras y decía que lo iban a venir a buscar porque lo culpaban de matarlo al amigo”.
La síntesis que lanzó ayer sobre el crimen contrastó, fue totalmente opuesta a su relato en sede policial tras la detención de su sobrino nieto y en el Juzgado de Instrucción 3, donde se compiló el expediente y cuyas firmas reconoció ayer frente al Tribunal Penal.
Ayer buscó resguardo en su supuesta fragilidad de memoria: “No recuerdo bien si dijo ‘lo mataron o lo maté a Maxi’, fue muy rápido todo. Sí recuerdo que le dije ‘eso no se dice’ y el no me escuchó y se subió al techo porque estaba borracho. Después se bajó y comenzó a llorar porque tenía miedo que un grupo del barrio lo venga a buscar”.