No sólo el porcentaje de desgranamiento escolar en Misiones empeoró en los últimos años sino que, al cruzar este dato con los resultados de la prueba Aprender, es decir cómo llegan en cuanto al aprendizaje, se visualiza una situación educativa dramática: sólo el 6% de los alumnos de la provincia terminan la educación obligatoria en tiempo y forma (doce años) y lograron niveles satisfactorios de aprendizaje en Lengua y Matemática.
Sólo Chaco, Formosa y Santiago del Estero (con el 5%) tienen porcentajes aún más bajos de terminalidad en tiempo y rendimiento satisfactorios en Lengua y Matemática.
Los datos surgen del informe “Desgranamiento y aprendizajes desiguales: las dos caras de la misma moneda”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Irene Kit, Sergio España (Asociación Civil Educación para Todos), Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman.
La situación del país
A nivel nacional, de cada 100 estudiantes que comienzan la escuela en primer grado, solo 53 llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado, es decir, 12 años después. En Argentina, apenas 16 de cada 100 terminan a tiempo y logran niveles satisfactorios de aprendizaje en Lengua y Matemática.
El documento analiza la trayectoria escolar de la cohorte que comenzó primer grado en 2009 y llegó al último año de la secundaria en 2020, utilizando los datos del Relevamiento Anual y las pruebas Aprender 2019.
El pico de la matrícula se alcanza entre el primer y segundo año de la secundaria, con más de 800.000 estudiantes inscriptos en cada uno de esos años. A partir de ese momento se produce un “desgranamiento”: la matrícula decrece cada año, mientras que aumentan las tasas de abandono y de sobreedad.
Los altos niveles de sobre-edad en los primeros años de secundaria sugieren que muchos estudiantes terminan abandonando después de haber repetido al menos una vez. El 25% de los estudiantes del último año de secundaria tienen sobre-edad.
Brechas entre provincias
Mientras que a nivel nacional, de cada 100 estudiantes que comienzan su escolaridad en primer grado, solo 53 llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado, se observan importantes diferencias entre las provincias.
Así, Tierra del Fuego (71%), Ciudad de Buenos Aires (66%) y La Rioja (61%) tienen la mayor proporción de alumnos que culminan sus estudios en el tiempo esperado; en el otro extremo se ubican las provincias de San Juan (38%), Corrientes (38%) y Misiones (39%).
En este contexto, uno de los autores del informe, Sergio España, advirtió que “el análisis integrado de los datos educativos muestra con claridad dos caras del sistema: no logra que todos los estudiantes terminen la educación obligatoria y no logra los aprendizajes suficientes. Es un sistema en crisis por el conflicto entre dos mandatos sociales: el tradicional, que entiende la escuela media como proceso de selección para la universidad –sin importar los que queden en el camino–; y el mandato actual, que pretende que todos tengan un nivel de formación que les permita desempeñarse en la vida. La realidad que evidencian los datos frustra a docentes, estudiantes y familias. No se trata de facilismo o rigorismo; sino de revisar qué y cómo enseñar”.
Cómo egresan
Además, mientras que en el país, de cada 100 estudiantes que arrancaron primer grado en 2009, sólo el 16% llega al último año de la escuela secundaria en el tiempo esperado (año 2020) y con conocimientos satisfactorios o avanzados en Lengua y Matemática, Misiones está muy por debajo de este promedio.
Los porcentajes más altos se registran en CABA (33%), Córdoba (24%) y Tierra del Fuego (21%). Las provincias donde menos del 10% de los estudiantes llegan al último año de secundaria con la edad y los conocimientos esperados son San Juan (8%), Catamarca (7%), Corrientes (7%), Misiones (6%), Chaco (5%), Formosa (5%) y Santiago del Estero (5%).
“La referencia para analizar la información fue el mandato legal y social de una educación secundaria terminada en tiempo oportuno y con aprendizajes significativos. Buscamos sintetizar para cuántos estudiantes se está logrando ese mandato. Sin ingenuidades: sabemos que el impacto de la pobreza afecta muchas dimensiones de la vida de los niños, niñas y adolescentes. Pero también con esperanza, confiando en que desde el sistema educativo aún tenemos mucho para dar”, afirmó Irene Kit.
Programas recargados
Según concluyen los expertos en el informe del Observatorio Argentinos por la Educación sobre las múltiples causas de estos resultados, “la mayoría de los programas están sobrecargados en cantidad de objetivos que obligan a los docentes a una carrera de dar muchos contenidos sin poder profundizarlos, y a los estudiantes a guardarlos transitoriamente hasta el momento de la prueba, para olvidarlos luego porque ya no se vuelven a ellos”.
En este sentido, advirtieron que “se trata de un sistema que genera excesivo estrés en docentes y estudiantes. Un tipo de estrés que dificulta los aprendizajes reales. Sólo sirve para ´cumplir con el programa´ y para ´zafar las materias´. Es una falla del sistema, no de los actores. Nada de esto es un descubrimiento nuevo”.