El programa de Recuperación Nutricional Hambre Cero, destinado a personas con desnutrición, fue relanzada a principios del 2020, antes de la pandemia, con más de 5 mil destinatarios. Para el 2021, el número ya superaba los 7 mil empadronados y actualmente son 7.425 los misioneros con asistencia alimentaria, de los cuales más de mil son de Posadas.
Cada municipio, cuenta con un padrón y entre los beneficios mensuales a los que acceden se encuentran: 2 kilos de leche fortificada, 1 aceite y 1 azúcar; se entregan tickets verdes, que pueden cambiarse en ferias francas por verduras, por un importe por 400 pesos. Además, se encuentra la tarjeta, que es igual a la tarjeta social, donde se deposita cada mes 650 pesos.
Dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Subsecretaría de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el ingreso al programa se realiza por una evaluación de Salud Pública, en relación al peso y talla. “El relanzamiento se dio en el marco de una emergencia alimentaria y para articular las herramientas del Estado para los destinatarios”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el subsecretario a cargo, Facundo Galeano.
Detalló además que, durante el 2021, “aumentó en un 18% el padrón teniendo en cuenta todo lo que pasó durante la pandemia y una realidad social muy crítica”. Actualmente, “en los 77 municipios tenemos en total 7.425 destinatarios”, añadió.
En la entrega de los módulos, que se organizan en cada municipio según terminación del DNI, indicó que se dan “casi 15 mil litros de leche en toda la provincia, cerca de 7 mil litros de aceite y 7 mil kilos de azúcar”. Entre los beneficiarios, aseguró que “llegamos a un 4% de adultos mayores, cerca del mismo porcentaje en discapacitados”. De los más jóvenes, precisó que “más del 50% son preadolescentes y adolescentes de entre 9 a 17 años”.
Con este programa, afirmó que “apuntamos a la recuperación nutricional, con una labor importante de las nutricionistas, que se necesitan en cada municipio”. Destacó una recuperación en los destinatarios, pero agregó que “cuando entregamos la leche a un chico, resulta que tiene más hermanitos”.
Para ampliar la asistencia a quienes los necesitan, Galeano adelantó que “empezamos a hacer un relevamiento para analizar la situación socioeconómica en la casa, ver si tienen las vacunas, si asiste al colegio y si los padres tienen un trabajo”. En los municipios, “es un trabajo dinámico, porque a veces si intenta brindar una ayuda en el barrio, pero encontramos que la necesidad es otra”.
Remarcó que “la situación económica está muy difícil y nunca se paró el programa, porque fue durante la pandemia donde más se profundizó en su importancia en la recuperación nutricional”.
Con vistas a una soberanía alimentaria, Galeano contó que “hicimos un convenio con el Ministerio del Agro, donde llegamos a más de 300 familias, dentro de los destinatarios del Programa Hambre Cero, con la entrega de semillas y talleres de huerta”.