Finalmente ayer quedaron habilitadas dos avenidas como nuevas manos únicas, Lavalle y Santa Catalina, que se sumaron a las otras seis ya existentes en la capital provincial, sin mayores problemas en el tránsito, con aislados casos de automovilistas y motociclistas que ingresaron a contramano, en especial durante las primeras horas de la mañana.
Los cambios trajeron durante la primera jornada, muchos reclamos, principalmente de los adultos mayores, por la distancia que deben recorrer ahora para abordar los colectivos o regresar a sus casas.
Por una cuestión operativa, el viernes a media tarde dejaron de funcionar los semáforos situados en las avenidas Lavalle y Santa Catalina para facilitar las tareas de los técnicos que debían programar la nueva coordinación. Desde ese momento los inspectores de tránsito cumplieron un rol fundamental en cada cruce de avenidas ordenando el paso de los vehículos, situación que se prolongó ayer durante toda la jornada. A las 4 de la mañana volvieron a encenderse los semáforos pero ya con el sentido único de circulación.
Labor impecable
La Municipalidad de Posadas dispuso la presencia de 60 agentes en los 28 cruces de las avenidas Lavalle y Santa Catalina, con la intención de que esta modificación de mano única no pase desapercibida por algunos conductores.
PRIMERA EDICIÓN recorrió a primera hora de la mañana y luego al mediodía, ambas avenidas para comprobar in situ el comportamiento del tránsito en un sábado, considerado como un día de menor movimiento y se topó con puntos que pueden considerarse críticos y que podrían llegar a complicarse aún más mañana (lunes), cuando se sume todo el tránsito de quienes necesiten ingresar en su vehículo al Centro para desarrollar sus actividades laborales y escolares.
Uno de los lugares más complejos, sin dudas, es la Estación de Transferencia Quaranta, porque debido al diseño de circulación existente y para evitar todo el rodeo de los colectivos que llegan desde el Oeste para ingresar, se mantuvo el acceso por Santa Catalina –unos metros a contramano– con el respectivo semáforo habilitándolo para eso. Eso trajo aparejado que varios conductores que venían detrás de los colectivos, intentaran realizar la misma maniobra. Hubo mucho trabajo para los inspectores que debieron explicar una y otra vez que no podían efectuarla.
El no giro para ingresar por Santa Catalina, para algunos sólo se trata de una cuestión de acostumbramiento, pero ayer en la práctica se pudo observar que otros empezaron a buscar opciones y hubo un intenso movimiento de autos y camiones por la avenida Tomás Guido, sin olvidar que tiene la categoría de “Calle Paseo” y no se encuentra habilitada para el tránsito pesado.
“Embudo”
Por otro lado el chofer de una de las líneas de colectivos que transitan por la avenida Lavalle, advirtió que “lo rápido que puede ser, la menor contaminación y emisión de gases que puede generar a veces choca con otras cuestiones o detalles que no pueden pasarse por alto”.
Detalló que “nosotros tenemos que cumplir un determinado tiempo y hoy nos pasó que demoramos más que sin mano única. Venimos bien todo el tramo desde Santa Cruz pero cuando empezamos a llegar a Blas Parera empieza el embudo en los horarios en que la gente va a trabajar, incluso nos pasó hoy al mediodía (ayer). Es que los semáforos están habilitados con 60 segundos para el que va por López y Planes para el Centro y ahí empieza a formarse la fila en Lavalle que hoy en un momento superó Blas Parera hasta un poco más. Además está la espera para que crucen los peatones. Por avenida no se puede volver a tomar a la derecha para intentar ir hacia el Centro en auto, porque Almirante Brown se corta en el Vicario, no se puede conectar con Uruguay de forma segura, entonces la última salida es Cabred”.
Otro de los trabajadores del volante advirtió que “el lunes habrá que ver, les sugiero a la gente que vayan pensando en entrar al Centro por otras avenidas en los horarios picos y que no sea por López y Planes, si no que tenga mucha paciencia para pasar desde Lavalle”.
Hubo varios vecinos de la Chacra 32-33 que no pudieron ocultar su fastidio por el cambio del recorrido de los colectivos a partir de las manos únicas. “Sabemos que es un beneficio para algunos pero para nosotros como vecinos y adultos mayores que somos no lo es. Se llevaron las paradas que estaban sobre Lavalle hasta la avenida Santa Catalina, entonces cuando venimos del Centro debemos bajar allá, cuando antes lo hacíamos acá cerquita”, señaló Florencia Martínez, vecina de Cristo Rey.
Uno de los locales de la cadena de supermercados ubicado en Andresito y Lavalle, debió modificar el ingreso y egreso de los vehículos a su playa de estacionamiento por la implementación de la mano única, generando pequeños inconvenientes. Sin embargo se quedó sin parada en la vereda opuesta para sus clientes que llegaban, compraban y luego se subían al colectivo con destino a la Estación de Transferencia cargando sus bolsas con mercaderías.
Onda roja
En medio de la novedad de las manos únicas se espera un cambio no menor: de onda roja a verde para dar fluidez a la circulación. Ayer no se dio en gran parte del día sobre la avenida Lavalle y algunos tramos de Santa Catalina.
“Transcurre todo normal”
El intendente de Posadas, Leonardo Stelatto, se refirió a la habilitación de las manos únicas en las avenidas Lavalle y Santa Catalina, y cuando se le pidió un balance parcial de la implementación, alrededor del mediodía de ayer, recordó que “ya veníamos trabajando en todos los sectores e intersecciones con otras avenidas y todo transcurre de manera normal”.
Stelatto puso énfasis en destacar que “los agentes de tránsito están apostados en cada intersección de avenidas concientizando, capacitando y guiando a quienes están transitando por estas nuevas manos únicas”, a modo preventivo.