Nueve meses y cuatro días pasaron desde aquel 20 de junio del 2021 cuando denunciaron a un joven por balear a dos hombres en inmediaciones de las calles Lago Gutiérrez y Capioví de la ciudad de Oberá . El sospechoso deberá afrontar ahora una causa por “tentativa de homicidio” de la que se mantenía prófugo hasta el jueves y otra actual, por supuesta violencia familiar contra una joven. La llamada de la víctima al 911 permitió a la policía dar con su paradero.
Exactamente 277 días logró un joven de 18 años evadir la Justicia y la policía tras la acusación de atacar a tiros a dos vecinos de unos amigos que residen en el barrio Villa Cristen. Tal cual publicó PRIMERA EDICIÓN, el 20 de junio del año pasado, alrededor de las 18.50, un llamado al 911 alertó a la policía que dos hombres se encontraban heridos aparentemente de arma de fuego en la vía pública.
Ese hecho ocurrió en principio tras una discusión por rencillas de vieja data que conocidos del sospechoso tendrían con las víctimas, un hombre de 45 años y un joven de 23 quienes sufrieron lesiones de escopeta en las piernas, rostros, tórax y otras partes del cuerpo.
Ambos fueron internados en el SAMIC de Oberá y en el Hospital Madariaga de Posadas respectivamente. En declaraciones a efectivos de la comisaría Tercera de la UR-II, apuntaron contra el muchacho ahora detenido, que según se supo, estaba de visita en la zona.
Comenzó una investigación y del sospechoso nada se supo hasta que, durante la noche del último jueves, alertaron sobre un supuesto caso de violencia de género en el barrio El Progreso de la capital del monte y una vez que una patrulla acudió al lugar, se toparon que el acusado era el mismo joven sobre quien recaía un pedido de detención por “tentativa de homicidio”, causa tramitada en el Juzgado de Instrucción 2 de Oberá.
La aparente víctima de violencia es una joven de 19 años quien dijo mantener una discusión con su pareja y que fue amenazada de muerte. Llamó a la policía por temor a ser agredida y una vez en el lugar, los uniformados evitaron todo intento de fuga del sospechoso quien se mantuvo agresivo con los policías.
Una vez reducido y que fue trasladado a la sede policial, fue identificado mediante las huellas dactilares, porque no tenía documento y se negaba a dar su nombre ante las autoridades. Se comprobó en el sistema policial que se trataba del joven buscado por el ataque a tiros mencionado en el barrio Villa Cristen.
De aquella escena resguardaron dos cartuchos de escopeta calibre 36 milímetros utilizados para el ataque mientras que el arma nunca apareció.
Según la denuncia en aquella oportunidad, los hombres de 45 y 23 años transitaban en inmediaciones a las calles Lago Gutiérrez y Capioví cuando fueron sorprendidos por un amigo de otras personas con quien tenían supuestas “diferencias”, sobre todo el más joven. El apuntado que estaba de visita en casa de unos conocidos, los atacó a tiros.