El 23 de febrero de 2020, la policía era alertada de un olor fétido que salía de uno de los departamentos de un edificio de calle Colón frente al Colegio Roque González. Con la colaboración del propietario ingresaron al lugar y encontraron a una persona con varios días de fallecida sobre la cama. Se trataba del bonaerense Pablo Martín Arredondo (37), quien se confirmó murió asesinado.
En la causa que investiga el “homicidio premeditado por dos o más personas y criminis causa”, hay cinco jóvenes detenidos. Tres tienen entre 23, 22 y 20 años y las restantes son dos chicas de 19. Ayer el juez que entiende en la causa los citó para informarles que el material hallado en los teléfonos celulares quedaba sumado a la causa como prueba de un plan para cometer el ilícito.
La audiencia de ampliación de indagatoria fue realizada para que los imputados sean notificados acerca del material extraído por personal de la SAIC (Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas). El mismo consta de fotografías, videos y audios, en parte de los cuales a consideración del juez de Instrucción 3 Fernando Verón, se probaría en un intercambio de audios entre los imputados que hubo una premeditación para robar dinero que en ese momento tenía Arredondo en su poder, supuestamente por la venta o para la compra de un vehículo.
De las miles de fojas recabadas con esa información, el magistrado tomó la parte más relevante y se lo hizo saber a los defensores. Justamente, según pudo saber este Diario, el trabajo minucioso de la SAIC que logró recomponer una placa de uno de los celulares para poder acceder así a los videos, permitió observar a dos que grababan un bolso que contenía dinero y por el cual habrían matado a Arredondo.
Al menos uno de los abogados que defiende a una imputada y a un imputado, presentó en la audiencia de ayer un nuevo pedido de excarcelación para sus defendidos. En el mismo acto el juez informó a las partes que la prisión preventiva que había sido confirmada por la Cámara de Apelaciones en lo Correccional y de Menores en diciembre pasado, era prorrogada por un año más.
Precisamente luego de la confirmación de la preventiva, el fiscal ante la Cámara solicitó que se corriera vista a la Fiscalía Federal para que se analice la posibilidad de abrir una investigación por el supuesto delito de venta de estupefacientes. Cabe recordar que en el departamento habían hallado restos de cocaína en algunos elementos.
De no mediar algún nuevo pedido de los defensores, se estima que la fiscal Adriana Herbociani podría solicitar la elevación a juicio, atendiendo a la cantidad de material probatorio reunido y la serie de apelaciones de las partes que fueron rechazadas.
El crimen
La autopsia al cuerpo de Arredondo confirmó que había muerto a causa de haber sido estrangulado con un lazo, presumiblemente un cinto, además de presentar golpes en diferentes partes.
La hipótesis que se manejó en su momento fue que ante la probable situación de robo intentó evitarlo. Se desató una pelea y finalmente él o los atacantes redujeron a la víctima ahorcándolo con el elemento.
La investigación determinó que a la noche del miércoles 19 de febrero de 2020, Arredondo estuvo en el departamento que alquilaba junto a las dos jóvenes y un tercero que era familiar de una de ellas. Posteriormente, subieron los otros dos implicados y en ese contexto habría ocurrido el asesinato.
Rápidamente la investigación apuntó a ese grupo de jóvenes porque sus movimientos quedaron registrados en cámaras de seguridad de la zona. De ese grupo, se sabía que al menos dos chicas tenían alguna relación al menos de amistad con Arredondo, puesto que él lo había exhibido en fotos de sus redes sociales.
El caso llegó a tener siete detenidos y cinco de ellos viajaron a Buenos Aires apenas después del asesinato. El primer sospechoso fue aprehendido en el barrio Yacyretá y otros cuatro se presentaron espontáneamente luego que el hecho trascendiera a la opinión pública.
El dato acerca del dinero que tenía Arredondo lo habría filtrado la joven que era señalada como su pareja. Días antes había estado con él en Buenos Aires y hasta llegó a conocer a la familia. El hombre regresó con ella a Posadas con una suma de 300 mil pesos y un Volkswagen Fox. Se presume que iba vender el vehículo y entregar esa suma para adquirir otro.
Varios de los implicados estuvieron en un pub céntrico y luego se dirigieron al departamento de Pablo donde según indica la hipótesis acerca del hecho, llegaron con la idea de apoderarse del dinero.
Posteriormente se supo que intentaron dormir a la víctima con Quetamina, un anestésico veterinario. No lo consiguieron y al darse cuenta que le iban a robar él se resistió.