El índice de precios mayoristas marcó en febrero un incremento de 4,7%, mientras que el costo de la construcción avanzó ese mes un 3,7%, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Los precios de los insumos suelen funcionar como un anticipo de lo que sucederá con el índice general de precios, en medio de una aceleración en los valores de los alimentos que preocupa al Gobierno nacional.
El IPIM, que mide la variación de precios mayoristas registró el mismo ritmo de avance que el IPC conocido la semana pasada. Ese salto de 4,7% en términos generales estuvo acompañado, en el IPC general, de una escalada de 7,5% de los alimentos.
El índice mayorista marcó como principales incrementos en febrero prendas de materiales textiles (14,4%), la energía eléctrica (10,9%), productos agropecuarios (9,3%) y productos refinados del petróleo (8,7%), entre otros. Los dos últimos muestran, así, que ya se observaba hacia febrero una tendencia al encarecimiento de los insumos por el salto de precios internacionales de los alimentos y la energía.
En términos interanuales, otros rubros registraron fuertes subas, como es el caso de Otros medios de transporte, seguido por Madera y productos de madera excepto muebles (74,4%), Productos pesqueros (70,5%), Prendas de materiales textiles (67%), Impresiones y reproducción de grabaciones (61%), Energía Eléctrica (60%), Productos minerales no metalíferos (57,2%) y Vehículos automotores, carrocerías y repuestos (55,7%), entre otros.
Una particularidad que mostró el índice mayorista y que muestra cierto “desacople” de los precios internacionales respecto a la producción local es que en febrero el incremento de precios fue mayor (4,9%) entre los productos locales que entre los importados (2,8%).
Los precios mayoristas tienen tres índices. El IPIM es el más extendido pero existen otros dos. Uno es el Índice de precios básicos al por mayor (IPIB) -que excluye de su muestreo el efecto impositivo- y mostró un ascenso de 5% en febrero. En este caso, la variación se explica por la suba de 5,2% en los Productos nacionales y de 2,8% en los Productos importados.
El otro es el índice de precios básicos del productor (IPP), que mide sólo la variación de los precios de la producción local, también excluyendo impuestos, y que registró un incremento de 5,3% en el mismo período, como consecuencia de la suba de 6,2% en los Productos primarios y de 5% en los Productos manufacturados y energía eléctrica.
El costo de la construcción, por su parte, aceleró 3,7% en febrero en el Gran Buenos Aires. Este resultado surge como consecuencia del alza de 3,5% en el capítulo Materiales, de 4% en el capítulo Mano de obra y de 3,5% en el apartado Gastos generales. En los últimos doce meses este índice tuvo un alza de 47,2%.
El INDEC había informado hace una semana que la inflación volvió a acelerar en febrero y alcanzó el 4,7%. De esta manera, acumuló así un 52,3% de variación en los últimos doce meses. Los alimentos volvieron a tener un peso relevante en la inflación de febrero, ya que aumentaron un 7,5%.
Marzo al rojo vivo
Al ritmo de una aceleración en los aumentos de precios de los alimentos y de subas en precios regulados, las consultoras ya estiman que el índice inflación de este mes de marzo podría llegar hasta el 5,7%. Si se alcanza ese porcentaje, sería el índice mensual más alto desde septiembre de 2019, luego de las PASO cuando llegó a 5,9%.
Los analistas también proyectan que durante el primer semestre del año, los índices mensuales seguirán siendo altos y que la inflación anual ya tiene un piso del 60%.
Desde la consultora EcoGo señalaron que de acuerdo con sus relevamientos, la semana pasada registraron una suba de 4% semanal en los precios de los alimentos. Esto los lleva a calcular una inflación a 5,7% mensual para el mes de marzo.
“El primer semestre del año va a ser complicado. Por lo pronto faltaría el efecto de segunda ronda de tarifas, que no es tan grande, pero se le suma el posible efecto del incremento de los insumos energéticos. Con las empresas ya reemplazando gas por gasoil y fueloil. Y la suba de tarifas de junio, a la que podría sumarse transporte, acordada con el FMI. Todo ello en un contexto donde también el dólar queda en parte indexado por el compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, señaló Sebastián Menescaldi, director asociado de EcoGo.
En LCG consultora registraron una suba de 2,4% semanal en alimentos durante la semana pasada y, por lo tanto, esperamos un índice de inflación mensual para marzo en torno al 5%. Antes de pegar este salto, en las semanas previas, el rubro alimentos venía mostrando incrementos semanales de 1,5%.
“Esperamos que durante la primera mitad del año la inflación se mantenga elevada. Luego dependerá del contexto internacional. Nuestra proyección es de un piso de 60% para el año. Alimentos sistemáticamente está por encima del nivel general”, aseguró el economista Guido Lorenzo, director en LCG consultora.
Para la consultora Analytica, la proyección es de 5,5% para marzo. De esta forma, se estaría por encima del 5%, una cifra no alcanzada desde septiembre desde 2019.
La inflación de febrero de 2022 fue 4,7% y registró un interanual de 52,3%, pero de acuerdo al informe mensual del INDEC, los alimentos tuvieron un aumento importante con un 7,5% de variación.
Las previsiones de la consultora Equilibra incluyen una inflación mensual en torno a 5%. Por el impacto de la guerra sobre el precio de los alimentos y la energía, los analistas subieron la proyección de inflación anual a 65%.
“En marzo han impactado varios aumentos, como combustibles y prepagas, y es un mes estacionalmente elevado por el rubro educación. Además se va a ver el impacto pleno de la dinámica de precios internacionales vinculado a la guerra en Ucrania y es probable que haya habido aumentos vinculados a la expectativas de que el Gobierno tome medidas para intentar anestesiar la inflación como controles de precios”, dijo Martín Vauthier, economista de Anker Latinoamérica.
Fuente: Medios Digitales