Y lo siguiente es lo que nos respondió:
“¡Faaaaaaa…! A ella casi le dan la inyección para que se vaya al otro mundo porque tenía epilepsia, yo la noche anterior me acosté con ella y le pedí que se cure, se lo pedí llorando como una loca, la abrazaba y le pedía que se quede conmigo. Lloré como nunca en mi vida”.
Al otro día se produjo el milagro, la magia, hubo una respuesta: Sofi “amaneció sana, sin nada y nunca más le agarró ni un ataque de nada”.
Una historia fuerte, verdadera, así es como surgen las muestras de conexiones metafísicas, cuando la energía de ambos se entrelazan y pueden generar cambios como este que se generó en la salud de un animal grande, imponente, una raza que a simple vista parece tan fuerte y en el fondo, Sofi era tan vulnerable.
Verónica nos cuenta más sobre esa relación que tiene con su Cane Corso, “cada vez que no me siento bien hago lo mismo, me acuesto con ella y nos abrazamos, y siento que me reinicia. Como que nuestra conexión es más trascendente por la que estamos transitando en este plano. Por eso creo que las dos nos salvamos mutuamente a través del amor que nos tenemos”.
Sofi va a cumplir 10 años, llegó cuando la hija de Vero estaba en Salita de 3. Fue la niña pequeña quien le eligió el nombre porque adora a su prima que está en Buenos Aires y le dijo a su mamá que era “tan hermosa como su prima y quería llamarla como ella: Sofía”. Y quedó Sofi.
Ya más grande, Sofi tuvo dos perritas por cesárea porque una se le murió adentro y otra vez “pasamos por el tema de que: ¡resista! Y nacieron Ginny y Sulu”.
Ginny se quedó en la familia y ahora se suma Patán, así que tienen tres Cane Corso en casa.
Ginny, Valen la llamó así por la protagonista de Harry Potter porque es fanática, y Patán por el dibujito de Los Autos Locos, el compañero de Pierre Nodoyuna.
“Los tres grandes Cane Corso son muy amigables, incluso se llevan bien con el erizo hasta cuando comen, por ahí Patán no más que es cachorrón quiere meter el hocico, pero nosotros le retamos y se va”.
Es muy lindo cuando todos comparten gratos momentos y cuando las familias se completan con sus mascotas. ¡Gracias por compartir Vero!