Febrero trajo malas noticias para la mayor selva tropical del mundo. Y es que el mes pasado la deforestación de la Amazonia brasileña marcó un nuevo récord: unos 199 kilómetros cuadrados de superficie fueron arrasadas. Así lo anunció ayer el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Esto es un dato no menor, ya que según la información obtenida por el INPE, se trata de “la mayor destrucción para un mes de febrero desde el inicio de los relevamientos en agosto de 2015, con un incremento del 62% respecto al mismo período del año anterior”.
Según anunció la agencia de noticias AFP, ambientalistas advirtieron que la cifra es aún más preocupante, debido a que febrero se considera temporada de lluvias en la Amazonia, “típicamente un período de baja deforestación”.
En este marco, “los dos primeros meses de este año establecieron récords de deforestación en la serie histórica: 629 kilómetros cuadrados hasta ahora, más del triple del año pasado”, explicó Rómulo Batista, integrante de Greenpeace, y agregó:
Este aumento absurdo demuestra los resultados de la falta de políticas para combatir la deforestación y los delitos ambientales en la Amazonia impulsados por el gobierno actual. La destrucción no se detiene”.
Teniendo en cuenta estos últimos valores, es probable que la destrucción de la Amazonia empeore respecto del año pasado, cuando la deforestación alcanzó un máximo en 15 años, de 13.235 kilómetros cuadrados de agosto de 2020 hasta julio de 2021, según el programa de monitoreo del INPE, Prodes, que cuenta con registros desde 1988.
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien presionó para abrir las tierras protegidas a la agroindustria y la minería, provocó protestas internacionales ante el aumento de la deforestación y los incendios en la Amazonia.
Desde que el presidente asumió en 2019, la situación de la deforestación es crítica. La anual promedio de Brasil en la Amazonia aumentó más del 75% sobre la década anterior.
El agronegocio y la especulación sobre las ricas tierras de ese país son algunos de los principales motivos de la destrucción. Es importante tener presente que Brasil es el primer exportador mundial de carne vacuna y soja.
Fuente: Agencia de Noticias Télam