
Todo indica hasta el momento, que la muerte de Leandro Aníbal Benítez fue cometida por el vigilador de la fábrica de placas de madera para impedir un intento de robo o para salvar su vida porque, de los dos hombres que ingresaron a cometer el atraco con los rostros cubiertos y guantes de albañil, al menos uno estaba armado.
El cuidador o sereno del establecimiento fue liberado la semana pasada tras la indagatoria en el Juzgado de San Vicente. La pesquisa continúa en tanto, con rastrillajes por varias localidades próximas a San Vicente, para intentar atrapar a quien ofició de “campana” y al cómplice directo de Andino en el intento de robo.
Vale recordar, como lo publicó ayer este Diario, que la misma empresa fue víctima de un robo de cheques y 1,3 millones de pesos en efectivo el jueves 27 de enero, por dos hombres de similares características a los que actuaron el martes.
Pero para los investigadores policiales no sólo el autor del homicidio deben esclarecer, también intentar atrapar a los cómplices del hecho y al mentor o “cerebro” del golpe fallido sobre el emprendimiento del kilómetro 961 de la ruta nacional 14.
En cuanto a este calificado y temido sujeto, las pistas apuntan a Posadas no sólo por la residencia de Leandro Benítez en la zona sur, también porque su “patrón o jefe” sería el temible alias “Negro o Negrito”, obereño de 43 años pero radicados hace más de 30 en la capital provincial que acarrea un -imposible de defender o merituar- historial de 35 expedientes judiciales por delitos contra la propiedad y contra la integridad sexual.
Durante las últimas horas, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, ampliaron que del entorno de Benítez apunta directamente al “Negro” como quien dispuso el traslado y suministros para cometer el robo en Dos de Mayo durante la madrugada del martes 22 de febrero.
Pero no solo logística para el atraco aportó, también encabezó y sospechan que estuvo muy cerca de la fábrica “Placas Rivadavia SRL” jugando el rol clave de campana y móvil. Los datos podrían ser aportados al juez de San Vicente, Gerardo Casco, y de su análisis dependerán los pasos próximos en torno a la causa.
COVID positivo
En cuanto a las andanzas del “Negrito”, vale recordar que la misma semana del robo a la maderera, debía presentarse ante el Tribunal Penal 2 de Posadas, por un caso de “robo calificado y lesiones graves”, en el que la víctima quedó discapacitada en una pierna por los balazos que le propinaron para arrebatarle poco más de 300 mil pesos en junio de 2015.
Este juicio oral se suspendió porque adujo tener síntomas y haber dado positivo de COVID-19, y desde entonces no se habría vuelto a notificar su defensa.