Del primer intento, el jueves 27 de enero, lograron escapar con mucha información y poco más de un millón de pesos, además de cheques que no les sirvieron de nada y los arrojaron en la huida. Ayer martes la suerte les fue esquiva por completo y la banda de asaltantes se topó con un sereno atento que, se presume, buscó repeler el atraco a la fábrica de placas de madera sobre la ruta nacional 14 en Dos de Mayo y abatió a uno de los delincuentes con un disparo en la cabeza.
El luctuoso desenlace se registró ayer a las 2 aproximadamente en el emprendimiento “Placas Rivadavia SRL”, ubicado a la altura del kilómetro 961 de la mencionada arteria en Dos de Mayo.
Al menos a dos hombres con los rostros cubiertos con barbijos, gorras y capuchas fueron descubiertos por el encargado de seguridad del predio. El cuidador de 36 años, en supuesto intento por defenderse, disparó y puso en fuga a uno de los asaltantes, el restante quedó tendido cuando bajaba las escaleras de uno de los accesos laterales a las oficinas administrativas de la fábrica.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN,la víctima del balazo perdió la vida en pocos segundos, el impacto fue en el cráneo y de una munición de grueso calibre.
Tras el alerta a la comisaría de Dos de Mayo, efectivos acudieron y se inició un rastrillaje por la zona, jurisdicción de la Unidad Regional VIII (cabecera en San Vicente) pero sin resultado halagüeño.
Varias horas después pudo ser identificado el abatido, se trata de Leandro Aníbal Andino, un posadeño de 30 años con residencia en la zona Sur de esta capital y con antecedentes vinculados a los delitos contra la propiedad.
Una de las pistas que tratan de dilucidar los investigadores es la presunta participación de otro posadeño, pero de 23 años y con causas judiciales múltiples, más de 30 por asaltos, hurtos y robos de diversa gravedad y pero también dos casos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el uso de la fuerza.
Conocido como “Negrito”, posee domicilio en el barrio Don Santiago y su nombre aparece desde hace largo tiempo en hechos similares al asalto truncado ayer.
En cuanto a lo secuestrado en la fábrica de placas, al sereno que permanece detenido a disposición del juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Casco, se le incautó una pistola nueve milímetros marca Glock y se recogieron cuatro municiones en el escenario.
Relacionado con el presunto ladrón, se incautó una barreta de metal y una radio portátil. De otras voces consultadas, se adelantó que tenía guantes de albañil puestos.
En similares circunstancias actuaron dos ladrones el jueves 27 de enero. Llegaron en motocicleta, barretearon una puerta y se fueron 1.300.000 pesos y cheques por varios montos que fueron descartados cuando escapaban.
También se los describió como dos hombres de rostro tapado, que se comunicaban con handies o radios portátiles y con las manos con guantes para no dejar huellas.
Se baraja que ayer volvieron con apoyo para intentar un golpe de mayor envergadura, pero chocaron con el empleado de guardia que no habría dudado en disparar primero.
“Negro” historial
Alias o conocido al mundo delictivo como “Negrito” o “Negro”, según el grado de proximidad y afecto de cada uno de los que lo conoce, tiene 43 años y al menos 35 expedientes judiciales con su identidad impresa como autor o partícipe.
Desde 2001 registra estos antecedentes y durante los últimos días de 2021 y primeros dos meses de 2022 resuena en cada sospecha de golpe cometido contra empresas o fábricas del interior provincial. Con la modalidad de romper puertas, sorprender a cuidadores y reducirlos a golpes y punta de armas de fuego para abrir cajas fuertes y escapar con millonarios botines se lo destaca desde 2019 con el atraco a la firma de almidón de mandioca de Gobernador Roca, de donde “Negrito” y sus secuaces escaparon con más de cinco millones de pesos. Al sereno de este emprendimiento, literalmente lo “molieron a palos”.
Pero este presunto cabecilla no sólo es “destacado” por delitos contra la propiedad, acarrea entre 2014 y 2015 sendos abusos sexuales cometidos contra menores de edad, una de ellas la hermana de su expareja.