El desperfecto en el acueducto que proviene del sistema del arroyo Bonito para abastecer de agua potable a la Capital del Monte sigue aguardando una reparación de fondo. Si bien los operarios de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) realizaron maniobras temporarias que permiten cumplir provisoriamente con el servicio, es imposible determinar el tiempo que soportarán esos arreglos.
A mediados de enero se inició el inconveniente que privó del líquido vital a gran parte de la población por varios días. Posteriormente, se determinaron los alcances de la falla y se confirmó el compromiso de la empresa encargada de la obra de cambiar el tramo del acueducto dañado por otro de material acorde, acero.
Pero “a cero” sigue el avance de esa solución definitiva, a pesar de que los plazos acordados en su momento ya se cumplieron. Fue en los primeros días de febrero, cuando visitaron el lugar autoridades de la
CELO, el intendente Pablo Hassan, el presidente del Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (EPRAC), Daniel Di Stefano, el Defensor del Pueblo de Oberá, Carlos Bernhardt, y el Secretario General del Sindicato de Obras Sanitarias Misiones, Adrián Bernal.
“Habían dicho que en quince días estarían los caños acerados para hacer el cambio, son aproximadamente entre 100 y 300 metros”, recordó Andersson a PRIMERA EDICIÓN.
A la espera de esa obra, “se hizo una reparación provisoria, hoy funciona, pero no podemos precisar cuánto tiempo va a aguantar”, advirtió Pedro Andersson, presidente del Consejo de Administración de la cooperativa.
“Puede ser una semana, como dos meses, no sabemos. Hacemos dos visitas diarias al lugar para ver cómo está, cuando brota un poco de agua inmediatamente se apaga el bombeo y se repara. Lo fuimos regulando, pero hablamos del lugar de la pendiente mayor, por lo que necesita una importante presión para que el agua suba los cien metros de desnivel”, detalló.
En otro orden, el presidente de la cooperativa valoró el cambio de actitud en la mayoría de los socios a la hora de cuidar las reservas domiciliarias. “Ya no tenemos pedidos para llevar agua a los domicilios que no podían recuperar las reservas. También reparamos un pozo perforado, detrás del hospital, que solucionó el servicio en la zona alta del barrio Mosquere. La gente está cuidando el agua y eso es muy bueno, se nota porque bajó el nivel de cloacas en un 50%, pero necesitamos la reparación definitiva” del acueducto, insistió.