En los últimos años y mayormente durante los últimos meses el tema sequía es central, junto a todas las consecuencias que acarrea la falta de lluvias frecuentes. Para hablar acerca de esta problemática y cómo afecta a la región,en FM 89.3 Santa María de las Misiones entrevistaron al ingeniero Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA)
Contó que “la disminución de caudales fluviales es crítica desde marzo 2020, y prácticamente hoy el escenario es el mismo”, y agregó: “en términos de evolución de la situación, en lo que falta del verano y la primera mitad del otoño no habría grandes cambios, pocas lluvias”.
Sin embargo, “hubo una mejora” porque “está lloviendo con cierta frecuencia en las nacientes del río Paraná y del río Uruguay”, aunque no es suficiente para calmar la situación en su totalidad, supone un alivio.
De todas maneras, es probable que estas lluvias disminuyan a medida que termine el verano. “Si no llueve en la región central de la Cuenca del Plata es un tema serio. El río Uruguay está pasando por su peor momento de la historia“. Reveló que “el caudal que está entrando a Salto Grande es el más bajo desde que el río Uruguay se mide, es decir, desde principios del siglo XX”. De todos modos, “ningún río escapa a este escenario de bajante extrema”.
En este sentido, el ingeniero expresó que el panorama es desfavorable, aunque “ponen fichas en la variabilidad climática”. Esto implica que, por ejemplo, en primavera ocurra un “viraje de la situación” o sea, “pasar de sequía generalizada a suelos húmedos por encima de lo normal, además de caudales crecidos en los ríos”. “Esperemos dejar de hablar de bajantes”, opinó.
La situación 80 años atrás
En gran medida, según relató, Argentina siempre dependió de la producción agrícola y por eso se desarrolló tanto la actividad fluvial y portuaria. “Es el tercer año consecutivo que estamos muy por debajo de los niveles críticos”. Esto implica un “golpe severo para la economía argentina”.
En 1944 o 1945 “dependíamos menos del río Paraná” y “se había dado una bajante significativa en esa época”. Sin embargo, actualmente mucha gente vive a la vera del río y por ese motivo “es importante la captación de aguas fluviales”.
En otro orden, la cobertura de la demanda eléctrica en Argentina tiene un peso importante, y ahora se ve más reducido que lo normal. “En este momento en Yacyretá, Salto Grande y en otras centrales hidroeléctricas hay una disminución enorme, están pasando por una etapa de hidraulicidad muy baja“, explicó Borus.
Por otro lado, “son 80 años de descargas de Bermejo, lo cual hace que la dinámica fluvial de Corrientes, Barranqueras para abajo, tenga hoy características distintas”, indicó el ingeniero. También “desde el punto de vista hidrológico, hay que pensar en el cambio del uso del suelo en gran parte de la Cuenca del Plata, que hace incomparable esta situación con la de 1944”.
El escenario en la región
En el país hay tres postales que representan este panorama de sequía histórica: Las Cataratas del Iguazú, y la región próxima a la ciudad de Santa Fe Capital, como la Laguna Setúbal, “muestra niveles fluviales muy bajos y nuevos bancos de arena, es decir, islas que antes no estaban”. “Impacta porque cuesta reconocer los cauces fluviales que eran habituales”, lamentó.
Otro escenario es El Delta. “En la parte de abajo hay gente viviendo y son muchos los cursos fluviales afectados. Esto impacta además en la actividad económica interna”.
Por otra parte, Brasil “está atravesando una sequía desde fin del 2020 y principios 2021, que no se registraba desde hacía más de 90 años”. Además, informó que “en marzo del año pasado establecieron una ley de Emergencia Hídrica que duró hasta noviembre, para beneficiar a 7 estados que estaban siendo afectados”. Aún siguen en situación crítica, porque las lluvias “no alcanzan para llenar los embalses o los cursos fluviales”.
Todos los países de la región se ven afectados “especialmente Brasil, Paraguay y Argentina”. En este contexto, “Argentina pone en primer lugar la toma de agua urbana”. De todos modos, Borús indicó que hay una coordinación entre todos los países.
De hecho, aseguró que están “en plena ejecución de un proyecto de porte medio, en el ámbito del Comité Intergubernamental de los países de la Cuenca del Plata, que une a Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay”. “Los cinco países estamos trabajando acciones comunes y nuestro objetivo es crear un sistema soporte para la toma de decisiones”, se trataría de un ámbito de discusión y consenso. “Si se concreta exitosamente este sistema, será un gran aporte para abordar mejor las situaciones extremas”, apuntó el ingeniero.