La demanda es alta y la donación por parte de la población no es similar. Lo cual preocupa de sobre manera a las autoridades del mismo, por el temor a dejar de cubrir solicitudes que lleguen.
Hace pocos días el Hospital Escuela Ramón Madariaga, de referencia para toda la región, expresó en un comunicado la advertencia sobre el incremento de ingresos de pacientes con politraumatismos, al participar de siniestros viales.
Precisamente allí reside en la actualidad una de las principales demandas del Banco de Sangre, por la urgencia que implica el envío para las intervenciones quirúrgicas que salven vidas.
Primero, el abastecimiento se vio complicado en el inicio de la pandemia por las limitaciones que existían en los aislamientos; los contagios y los temores de la población en asistir a los nosocomios.
Ahora, es la multiplicación de casos positivos de COVID que volvieron a frenar la presencia de muchas personas que habitualmente colaboraban con el Banco de Sangre. En especial, grupos de jóvenes que se organizaban para el acto de altruismo.
Sin olvidar la incidencia de los accidentes de tránsito que se multiplican los fines de semana, que demandan parte del escaso stock de sangre que va quedando.
Si bien es una tendencia que se observa en muchos lugares no sólo de Argentina sino del mundo, la preocupación está puesta en contar con la sangre necesaria para ayudar a los misioneros.
Es importante que, tomada conciencia del impacto positivo que causa ser donante, más personas en condiciones de hacerlo se acerquen a colaborar con el Banco de Sangre.