A pesar que cada día la provincia bate récords de casos positivos, disminuyeron notoriamente las secuelas post COVID de pacientes adultos vacunados siendo, en la mayoría de los casos, síntomas muy leves.
Así lo afirmó el neumonólogo Martín Fernández a PRIMERA EDICIÓN, quien, a su vez, atribuyó el descenso de consultas a la vacunación masiva.
El médico explicó que la inoculación previene los casos graves de coronavirus y, como consecuencia, la aparición de secuelas.
“La vacunación está siendo efectiva, de hecho fue lo único diferente que se hizo desde que empezó la pandemia, porque hasta el momento se vienen siguiendo los mismos protocolos de siempre: distanciamiento, barbijo, alcohol en gel, etcétera” remarcó.
A su vez, los síntomas más frecuentes en las consultas son decaimiento, cansancio, agitación y la sensación de “no ser el mismo de antes” explicó el médico neumonólogo Carlos Loizaga, que hace un año, en la primera ola de la pandemia, “recibía en el consultorio hasta cuatro pacientes por día y ahora, estimativamente, cuatro por semana”.
Secuelas más frecuentes
Según la OMS, una de cada diez personas que hayan tenido el virus tendrá síntomas persistentes que requieren evaluación clínica y continuidad en los estudios médicos para prevenir afecciones crónicas.
En cuanto a esto, Fernández hizo la salvedad de diferenciar los pacientes según cómo cursaron el COVID, “los que tuvieron síntomas leves generalmente no tienen secuelas y, si tienen, son agitación, cansancio y desgano”.
En cuanto a los que presentaron un cuadro severo con neumonía bilateral y terapia intensiva, “sí tienen secuelas inflamatorias en el pulmón, lo que puede desencadenar una fibrosis pulmonar y una neumonía organizativa”.
Loizaga por su parte, explicó que la gravedad del virus está en la neumonía ya que las lesiones de ésta persisten aún meses después que el paciente se cura. Esto se ve reflejado en las tomografías y espirometrías realizadas, donde se registra en casos graves, hasta un 20% menos de capacidad pulmonar.
Otros de los síntomas que se perciben en las consultas, pero aún con menos frecuencia, son afecciones cardíacas y neurológicas como trastornos de memoria, olvidos, y “ausencias”.
En consecuencia, “si bien son secuelas leves, hay que seguir con toda la conducta preventiva porque el virus es muy trasmisible y puede ser que un familiar o conocido tenga las defensas bajas y su cuadro se complique gravemente”, señaló el especialista.
Los no vacunados, “un grupo de riesgo”
Para hacer una diferenciación Fernández explicó que, en la primera ola de la pandemia, es decir enero y febrero del 2021, las consultas más recurrentes por secuelas “eran pacientes mayores con comorbilidades que habían requerido asistencia mecánica respiratoria en la terapia intensiva”, luego en la segunda ola de la pandemia por junio y julio del mismo año “aparecieron consultas por secuelas en pacientes más jóvenes y sanos”. Ahora cursando la tercera ola con un gran porcentaje de personas vacunadas, casi no se reciben consultas.
A su vez, al comienzo de la pandemia, cuando se vacunaba solamente a grupos prioritarios, “el servicio de urgencias del Hospital Ramón Madariaga era muy concurrido por personas con mucha sintomatología. Sin embargo, actualmente hay una gran cantidad de pacientes oligosintomáticos, es decir con síntomas muy leves”.
Es decir, las consultas por secuelas se fueron aplacando y mermando, mientras iba creciendo el porcentaje de población vacunada. Es por eso que, según Loizaga, “los no vacunados pasaron a ser un grupo de riesgo, igual que la gente mayor, los inmunodeprimidos, hipertensos, obesos y diabéticos” ya que tienen más riesgo de contraer un cuadro grave del virus.
Respecto a esto, hay que recordar que el ministro de salud Oscar Alarcón ya había confirmado hace una semana que la mayoría de los internados por COVID en Misiones son personas no vacunadas o con esquema incompleto.