Hace 73 años, en medio de un ostracismo total producto de su defensa del peronismo, fallecía un poeta que radiografió al país con una lupa mágica. El 23 de diciembre de 1951 murió el autor de tangos y obras teatrales Enrique Santos Discépolo en el departamento céntrico que compartía con Tania en Buenos Aires.
“Cambalache”, “Yira Yira” y “Uno” figuran entre sus mejores composiciones. Después fueron “Chorra”, “Malevaje”, “Victoria” y “Tres Esperanzas”, entre otras.
Marcó una época con el personaje “Mordisquito” que todos los días en la radio, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, polemizó con las expresiones de los “contreras»”, como se identificaba al antiperonismo.
Precisamente ese personaje le costó el aislamiento y el desprecio de la llamada “intelectualidad” de la época. Y Discépolo, con un alma dispuesta a la tristeza, no soportó esa soledad. Tenía sólo 50 años, ya que había nacido en el barrio porteño del Once el 27 de marzo de 1901.