Con la llegada de los tiempos cálidos se espera una mayor presencia de mosquitos y probabilidades de dengue. Para evitar esto, continúan las acciones preventivas en los barrios de esta ciudad para eliminar potenciales criaderos de Aedes aegypti. En la ciudad capitalina, los vecinos denuncian un aumento de mosquitos, aunque no todos son transmisores del dengue.
En materia de acciones, el director de vigilancia y control de vectores de la Municipalidad de Posadas, Fabricio Tejerina, detalló a PRIMERA EDICIÓN que “cuando en los barrios se quejan de la presencia de mosquitos, vamos a analizarlos y encontramos que en realidad la mayoría son aquellos que se crían en costados de arroyos o charcos. Esas especies no son los que transmiten enfermedades como el dengue, porque el Aedes es un mosquito muy domiciliario”.
Tras denunciar la presencia de los mosquitos, indicó que “hacemos un monitoreo por las casas, para ver si hay criaderos, además de sensibilizar a los vecinos. Mucha gente piensa que la fumigación es la solución, cuando en realidad no tiene un efecto preventivo, sino que es de mortandad inmediata para los mosquitos que hayan podido picar a una persona enferma. Por eso, fumigar toda la ciudad tampoco tiene un efecto positivo”.
En cuanto a índices larvarios, recordó que en Posadas “los datos más altos en el último LIRAa fueron en Dolores Sur y Miguel Lanús, donde venimos trabajando fuertemente con un descacharrado”.
Asimismo, Tejerina aclaró que “los lugares más preocupantes son en las zonas donde hubo una mayor cantidad de bloqueos epidemiológicos, porque sabemos que si una persona ya tuvo dengue, puede complicarse en una nueva infección”.
Estos puntos preocupantes, “están distribuidos en diferentes lugares de Posadas, como por ejemplo, todas las chacras que rodean al Cementerio, la chacra 64, 65 y 68”.
A nivel epidemiológico, “cuando nos informan que hubo casos sospechosos, acudimos con los bloqueos y armamos nuestro mapa de los sitios preocupantes. Estos operativos (de fumigación) se hacen en toda la cuadra. En general, los vecinos colaboran, pero otros no están cuando acudimos y después otros no permiten el ingreso”, añadió.
Fabricio Tejerina detalló que “un bloqueo epidemiológico es para tratar de matar a cualquier mosquito que haya podido picar a una persona con sospecha o enferma”.
Asimismo, aseguró que en este período “no tuvimos casos sospechosos o confirmados de dengue, por lo cual no se están haciendo bloqueos. Los datos que tenemos son de los hechos al inicio de este año, hasta principios de abril, donde hicimos unos 620 bloqueos por sospechas de dengue”.
Los bloqueos, “son de manera preventiva, mientras se piden resultados de laboratorios por sospechosos, donde algunos son luego descartados”, agregó.
Durante la fumigación en la cuadra, “la mayoría de los vecinos colabora, aunque algunos no quieren el bloqueo por vivir con personas enfermas o con problemas respiratorios. El problema se da cuando concurrimos y la mitad de la manzana no está en su casa. Entonces no se puede ingresar y se tiene que reprogramar”.
Los operativos
El director de vigilancia y control de vectores contó que “continuamos con los operativos de descacharrado, con más recursos para las comisiones vecinales en coordinación con las delegaciones municipales y Servicios Públicos, donde se van al menos por tres barrios al día. En esto pasamos por las casas para invitar a los vecinos para que saquen las cosas que pueden ser criaderos de mosquitos”.
En materia de acciones, destacó que “lo que iniciamos en invierno repercute en el verano, por eso no es un trabajo sólo por estación. Sucede que si en 6 meses no se hacemos descacharrados ni tareas focales, el riesgo aumenta”.
Tejerina compartió que “estamos en reuniones con las delegaciones para que los vecinos entiendan las acciones para no tener mosquitos. Hay vecinos que participan, pero otros a los que no le interesa y juntan cosas en sus hogares”.