Si bien en las últimas semanas se produjo un aumento superior al 8% respecto de la semana anterior de los casos de COVID-19 en Argentina, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Buenos Aires y Mendoza, al Gobierno le preocupa que muchos de los inscriptos para recibir la segunda dosis de la vacuna cancelen sus turnos o no se presenten para aplicársela. Esto se da principalmente en la franja etaria de las personas que tienen entre 18 y 39 años.
Por este motivo desde el ministerio de Salud de la Nación están pensando en una fuerte campaña de comunicación que apunta a ese sector de la sociedad. También entre los adolescentes se observa un fenómeno parecido. La ministra de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti, lo advirtió esta semana en una entrevista en Radio con Vos.
Entre las razones por las que algunas de las personas evitan aplicarse la segunda dosis figuran que lo hacen “porque la primera aplicación les causó dolores, trastornos o fiebre, porque piensan que la pandemia ya pasó y dejó de ser un problema y porque no perciben el riesgo de no completar su esquema de vacunación”.
Juan Manuel Castelli, subsecretario de Estrategias Sanitarias del ministerio, comentó que “tenemos que fortalecer que haya más gente con esquema completo, tanto en los adultos de entre 18 y 39 años como en las personas que iniciaron su esquema, de acuerdo a la disponibilidad que tenemos”. Lo que se quiere evitar es que con los primeros fríos de 2022, en marzo o abril, no se produzca “un cuello de botella”, sobre todo ahora que la variante Delta del coronavirus pasó a ser la predominante en nuestro país.
“No queremos que en marzo cuando haga más frío y exista la posibilidad de un aumento de casos, salga todo el mundo a decir que tenemos baja cobertura con segundas dosis”, afirmó Vizzotti. La experiencia europea donde se está dando una cuarta ola virulenta en varios países con aumento de los contagios, internaciones y fallecimientos es un espejo de advertencia.
En Salud afirman que, pese a la gente que posterga completar sus esquemas, la vacunación avanza a un ritmo aceptable de 1.800.000 dosis semanales. Castelli destacó que “el 92% de la población mayor de 18 años ya recibió su primera dosis y en esa franja de edad un 78% ya tiene las dos vacunas”. También se encarga de remarcar que las aplicaciones aumentaron entre niños de entre 3 y 11 años que recibieron el suero chino Sinopharm, pero que “se estancó entre los adolescentes de entre 12 y 17 años”. Lo atribuye a que los más chiquitos “son llevados por los padres” y en cambio “los más grandecitos casi que deciden ellos si van o no a ponerse la segunda dosis.
Números
Entre el sábado 13 y el sábado 20 de noviembre, el promedio de contagios en Argentina fue de 1520 casos diarios. Para Vizzotti esa cifra marca “una tendencia al aumento, pero no exponencial como el que tuvimos en la segunda ola”.
De acuerdo al monitoreo que realiza Salud en agosto se modificaron los indicadores que dan una señal de alarma. “Nos guiamos por el incremento de las internaciones en terapia intensiva y por la tensión del sistema de salud”, afirmó la ministra al anunciar la reapertura de actividades, por ejemplo con el permiso que se otorgó para que en los partidos de fútbol el aforo en los estadios pase del 50% al 100% desde el martes 16.
Terceras dosis y refuerzos
El Ministerio de Salud de la Nación inició la vacunación con dosis de refuerzo para el personal de salud y para las personas mayores de 70 años que hayan recibido la segunda inoculación hace más de 6 meses. A esas personas se les aplica una dosis de AstraZeneca porque hay mayor disponibilidad de esas vacunas.
La tercera dosis no es lo mismo que un refuerzo. La tercera dosis se les administra a las personas inmunocomprometidas y a quienes son mayores de 50 años y recibieron un esquema inicial completo de Sinopharm.
Desde el gobierno que encabeza Alberto Fernández aseguran que el stock de vacunas es lo suficientemente amplio como para cumplir con estas terceras dosis o refuerzos. La provisión de vacunas del laboratorio Pfizer se viene cumpliendo en los plazos establecidos y todavía resta llegar una importante cantidad de los 20 millones de dosis que incluye el contrato suscripto. Ocurre algo similar con otros 20 millones que llegarán en el primer semestre de 2022 de otro laboratorio estadounidense, el que fabrica la vacuna Moderna.
Fuente: Infobae.