Nos encantan los pósteres. Estos celebran a nuestros líderes, las causas que apoyamos y las estrellas de rock que adoramos. Los llevamos en alto en mítines políticos y los pegamos en la puerta de nuestra habitación. Los pósteres anuncian eventos futuros y conmemoran el pasado.
A veces representan una celebración; otras, una llamada de atención, pero siempre son obras de arte y artefactos impresos de la época en que se los crea.
Los mejores pósteres no solo ilustran la historia, sino que le dan forma. Esos son los pósteres que nos encantan. Hemos reunido 50 pósteres impresos personalizados que sacudieron nuestro mundo (o el mundo de la impresión, la gráfica y el arte) en grandes y pequeñas escalas.
Carteles que sacudieron al mundo. Estos son solo algunos de ellos:
Moulin Rouge
El afiche como lo conocemos nació en el siglo XIX en Francia, donde se desarrolló un nuevo estilo de publicidad para productos, exposiciones y eventos. A menudo llamado “el padre del póster”, Jules Chéret fue uno de los primeros maestros del nuevo proceso de impresión litográfica de cuatro colores. Este es su póster de 1890 para el Moulin Rouge de París.
Metrópolis
El cartel para el clásico de ciencia-ficción de 1927, Metrópolis, fue diseñado por el artista alemán Heinz Schulz-Neudamm. En 2005 se vendió en una subasta por 690.000 dólares – el precio más alto pagado jamás por un póster.
Salven estas vidas
En 1964, diez miembros del Congreso Nacional Africano, incluidos Walter Sisulu y Nelson Mandela, fueron acusados de sabotaje contra el estado de apartheid. El Movimiento contra el apartheid creó este póster como parte de una campaña global en respuesta a los temores de que los acusados fueran condenados a muerte.
El Papá Noel de Coca-Cola
Contrariamente a la creencia popular, Coca-Cola no fue la primera marca en vestir a Papá Noel de rojo – aunque el hecho de que el traje coincidiera con los colores de la marca les vino muy bien. No obstante, la compañía de bebidas de cola popularizó la imagen de un Papá Noel alegre, regordete, blanco y con barba, que perdura hasta el día de hoy. Haddon Sundblom ilustró este aviso de 1931.
Tiburón
En esta captura de nuestro miedo a lo desconocido en una sola imagen, vista en el póster de Roger Kaste, muestra el momento justo antes de que el gran tiburón blanco ataque a Chrissie Watkins. La historia de la primera matanza también se vio en la portada de la novela de Peter Benchley, en la cual Spielberg basó su superproducción; sin embargo, fue Kastel quien convirtió el tiburón en una amenaza más realista con todas esas filas de dientes al descubierto.
El ataque de la mujer de 50 pies
Los espectadores ya estaban acostumbrados hombres enormes y simios gigantes, pero en 1958 apareció la primera colosa en la ciudad en la película El ataque de la mujer de 50 pies. El póster de la película, creado por el artista realista Reynold Brown, muestra una mujer gigante aterrorizando a los ciudadanos de lo que parece una altura mucho mayor que 50 pies.
‘¡Nosotros podemos!’
Comenzó como un póster de propaganda de guerra estadounidense en 1943, diseñado para levantar el ánimo de los trabajadores. En la década de 1980 que fue redescubierto, y su heroína, que se conoció como ‘ Rosie, la remachadora,’ volvió a la fama como símbolo del feminismo y la emancipación política.