El sol que nos ilumina, que nos hace disfrutar de los colores de la naturaleza, que nos da energía y alegría, tiene también otra cara como el incremento de la carcinogénesis (cáncer), trastornos pigmentarios y fotoenvejecimiento que se traduce en una piel arrugada, seca, con manchas.
Recordemos que los rayos infrarrojos constituyen el 50% del espectro solar, alcanzan las capas más profundas de la piel, alternan las fibras dérmicas por lo tanto producen pérdida de elasticidad y firmeza en la piel. Son peligrosos cuando una está expuesta al sol porque provocan lesiones en el ADN de la piel.
La acción ultravioleta atraviesa las nubes, el agua clara, incluso atraviesa la ropa fina, húmeda y actúa como reflejo especialmente si uno está en la nieve como en la arena, aunque estés en la sombra.
Entonces amiga, una correcta elección en el uso del protector solar es muy importante, siempre recomendamos pantallas y filtros, no sólo cuando andás por el sol como cuando estás dentro de tu casa porque tanto los rayos infrarrojos como la luz azul que procede de las pantallas, luces en la casa pueden dañar la piel.
En gabinete realizamos un buen diagnóstico: preguntamos la medicación que está tomando o si está realizando algún tratamiento dermatológico. En estos casos siempre consultamos al profesional quien está dispuesto a quitarnos algunas dudas.
Como sos coqueta y si tenés problemas de manchas optá por pantallas con color efecto mate, queda muy parecida a la base, un buen gloss y máscaras de pestañas, un buen barbijo y lista para ir a trabajar.