Hace poco leí una frase que decía: “cuando nada es seguro todo es posible”, pero nos cuesta mucho vivir sin sentirnos seguros en una relación, en un trabajo, necesitamos cierta seguridad para sentir que todo está encaminado y ¿si dejamos que todo simplemente ocurra, que todo sea, que todo vaya ocupando su propio lugar? Tal vez será más fácil si nos relajáramos y dejáramos de querer tener el control.
Nos pasan cosas buenas, malas, algunas veces cosas increíbles y maravillosas, está en nosotros ver lo mejor de cada situación, incluso si dejamos que la vida nos sorprenda y simplemente confiamos en que todo lo que está ocurriendo.
¿Y si todo tiene un propósito de ser? Todo lo que nos pasara no arrastraría sentimientos de culpa, resentimientos, miedos, ¿pero cómo saber si es así? Solo nos queda confiar, aceptar y aprender. Desde la cromoterapia los colores para intentar dejar de querer tener el control son el rojo, rosa y violeta. Trabajemos con esos tres colores que nos van a ayudar a salir de nuestra zona de confort, a relajarnos en el camino del cambio y a confiar en que todo está bien.
El rosa nos da el amor que necesitamos para aceptar las situaciones que no podemos cambiar, siempre desde el amor, el rojo la fuerza y la valentía para afrontar cualquier situación y liberarnos de nuestra zona de confort, sabiendo que puede ser que el camino sea duro, pero que tenemos la energía para hacerlo. Con el violeta enfrentaremos los cambios, este color tiene ese plus de relajación, de confiar en que lo que está ocurriendo es lo mejor que podría pasar.
Trabaja con esos tres colores para dejar de tener el control porque en realidad solo se tiene control sobre lo que uno puede decidir y pensar, todo lo que esté afuera de nosotros está fuera de nuestro alcance.
Para trabajar con estos colores es importante que los tengas en tu mente, que los visualices en tu día a día, puedes realizar una meditación o incluso observar estos colores en las cosas que te rodean, puedes visualizar que los respiras y que estás lleno de ellos, también puedes ponértelos en tu vestimenta diaria. Hay muchas opciones, elige las que más te gusten y hazlo al menos por tres días seguidos.
Disfrutemos de la vida sin querer controlar al otro, las situaciones y las cosas que pasan, confiemos.