Sentar juntos a dos chiquitos de alrededor de dos años no es suficiente para que jueguen juntos y esto es así porque es lo normal y esperable a esa edad, no porque “no se lleven bien” o porque sean de distinto sexo.
El juego simbólico de representación, en el que se juega al “como si” –como si este palito y esta cajita fueran un tambor, por ejemplo-, se desarrolla de manera paralela entre el año y los dos años de edad.
Un chico puede estar al lado del otro, pero la actividad de jugar es individual, no interactúan en función del juego y no comparten los juguetes, aunque pueden usarlos de manera alternada. Es el llamado “juego en paralelo”, una etapa vital en el desarrollo infantil, gracias a la cual los pequeños se habitúan a la presencia de sus iguales.
Sugerencias para las relaciones entre niños
• Si explora a otro niño de un modo bruto dile: “suave” y enséñale a acariciar.
• Muchos niños pegan a otros, pero no lo hacen con mala intención. Es un modo de iniciar un contacto o de expresar su excitación.
• Si muerde a otros niños desaprueba su conducta con un rotundo “no”, intenta prevenirla, analizando los momentos en los que más lo hace y dale algo para morder (un mordedor, un sonajero…).
• Tu hijo dirá a menudo: “mío, mío”. Y es que, antes de poder compartir, necesita poseer. Sus juguetes le ayudan a adquirir el sentido del “yo” y forman parte de él, por eso se niega a prestarlos. Sé comprensiva y cuando otro niño se encapriche de un juguete suyo, distrae a los dos con otra cosa.
• Si viene un amiguito a casa, prepara la situación: coloca unos juguetes sobre la alfombra (preferiblemente repetidos) y guarda los más “suyos”. Pide también a la madre que traiga algunos.