
Ayer comenzó el juicio contra dos hombres acusados de haber cometido un asalto seguido de violación, hecho que ocurrió en Campo Grande el 9 de abril de 2017. Se trata de un joven de 22 años y su padre de 51, quienes decidieron hablar ante los magistrados y desligarse de los hechos. Las víctimas estuvieron en la sala y una de ellas declaró ante los jueces.
Para este debate fue habilitado el salón del Oberá Tenis Club, donde el Tribunal abrió la sesión pasadas las 8.30. En primer término fue la lectura de elevación a juicio realizada por el juzgado de Instrucción, donde se fundamentaba la acusación contra los sospechosos y el detalle de cómo actuaron contra las víctimas, madre e hija, que entonces tenían 73 y 52 años. Luego de golpearlas con un trozo de manguera y un garrote, las ataron con cables y al menos uno abusó de la mujer de 52 para que dijeran dónde tenían guardado el dinero.
Luego, el tribunal presidido por el magistrado Francisco Aguirre y secundado por José Pablo Rivero y Miguel Orlando Moreira, le consultaron a los acusados si querían hablar.
Ambos negaron haber sido los que cometieron el ataque y robo que les imputaban. El padre señaló que ese día estuvo solamente en Oberá en compañía de amigos y que el martes se sorprendió cuando lo fue a buscar la policía. Reconoció que tuvo problemas con la ley, puesto que cursó una condena de siete años por un robo, pero dijo que jamás iba hacer algo así como volver a robar y menos cometer una violación.
Por su parte, el joven reconoció que se dirigió hacia inmediaciones de Campo Grande pero a llevar a un tío (y hermano de su padre), quien junto a otras dos personas iban a cobrar a alguien que les debía dinero.
Señaló que volvió a ver a su tío alrededor de las 22. Ya había regresado a Oberá y le manifestó que no pudo cobrar la deuda en efectivo, pero sí logró que le den armas en parte de pago. El joven reconoció que se quedó con dos revólveres que consiguió su tío. Estas armas resultaron ser las que pertenecían a las víctimas las cuales fueron halladas en su poder.
Padre e hijo se desligaron de la acusación y apuntaron al familiar como el sospechoso del robo y ataque contra las dos mujeres. También declaró la mujer que fue víctima del abuso. Relató los pormenores acerca de lo sucedido en la vivienda de su madre, ubicada a unos 5 kilómetros del casco urbano de Campo Grande. Asimismo ayer brindaron su testimonio otros cinco testigos.
La audiencia continuará hoy y luego habrá un cuarto intermedio hasta el miércoles 13, donde se estima que será el día de los alegatos de las partes y se conocerá la sentencia. La imputación penal que enfrentan los dos hombres es la de “robo calificado, agravado por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma y encubrimiento”.
Por la figura penal de encubrimiento, en el expediente figuran otros dos acusados. Estos no estuvieron en el debate puesto que habían solicitado el juicio a prueba.
Se les imputa el hecho de haber intentado vender partes de la camioneta Chevrolet S-10 que los delincuentes se llevaron de la vivienda de las víctimas y luego haberla incendiado para borrar evidencias.