Luego de varias apelaciones a un expediente que estuvo activo más de una década por un caso de abuso sexual, finalmente fue elevado a juicio por el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente. El acusado, un pastor que se desempañaba en una iglesia de esta localidad, había estado prófugo durante 14 años. Cuando creyó que legalmente la Justicia ya no estaba en tiempo de mantener la acusación, salió de la “clandestinidad” y fue así que lo atraparon.
Según pudo saber este Diario, la semana pasada la investigación fue cerrada y remitida al Tribunal Penal de Oberá para que en una fecha a determinar el hombre que hoy tiene 55 años se siente en el banquillo de los acusados.
Está imputado por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la calidad de guardador de ministerio de culto y abuso sexual simple y amenazas en concurso real”, tras haber sometido a un grupo de niñas que estaban bajo su guarda en un hogar que pertenecía a su iglesia.
La última apelación a la que recurrió su defensa fue sobre su prisión preventiva, recurso que fue rechazado por la Cámara de Apelaciones y el Superior Tribunal de Justicia (STJ), por lo cual fue confirmado así por el juzgado interviniente.
La denuncia del caso data del 2004, por lo cual en el 2018, el representante legal del acusado se había presentado al Juzgado a solicitar la prescripción de la causa por la cantidad de años que pasaron. Pero en realidad la Justicia no había archivado la investigación.
Este intento puso en alerta a las autoridades que reactivaron la pesquisa. Lo detuvieron así en la localidad de 25 de Mayo y nuevamente al frente de una iglesia.
La apelación por la situación del pastor llegó a la Cámara, donde fue rechazada. Siguió su curso hasta el STJ, donde confirmaron que la causa debía seguir activa y por ende la detención del sospechoso estaba dentro del marco legal.
La denuncia
En los días previos a la Navidad de 2004, un funcionario de la Defensoría de Menores que tenía como tarea monitorear la situación de diferentes hogares de la provincia, se enteró de los abusos que ocurrían en el lugar en cuestión. Una menor de 13 años le contó que el pastor había abusado carnalmente de ella en reiteradas ocasiones.
La denuncia fue radicada mientras se estaba ya en feria judicial. Por ello se demoraron las pericias de Cámara Gesell. Aún no había orden de detención. Cuando en base a relatos de la menor y de las demás niñas supieron también que otras eran manoseadas por el hombre que entonces tenía 38 años, él supo que su situación judicial se complicaba, por lo cual decidió “desaparecer del mapa”.