La responsable del Servicio de Salud Mental del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, Katherina Lemos Torres, explicó que el Alzheimer es una enfermedad mental que afecta la memoria y “uno puede comenzar a detectar esta patología por la perdida de memoria más reciente”.
“El Alzheimer no forma parte del envejecimiento natural. Pero afecta comúnmente a personas mayores de 50 años. Los factores de riesgo pueden ser las enfermedades cardiovasculares, colesterol alto, hipertensión, la diabetes, por eso es importante hacer un buen tratamiento de estas enfermedades de base que pueden desencadenar en trastornos mentales”, declaró.
Al referirse a los síntomas, la médica psiquiatra mencionó la pérdida de memoria, agresión verbal o física, ansiedad, confusión, desorientación en el espacio y tiempo, repetición (cuentan las mismas historias o preguntan las mismas cosas), las sospechas (como se olvidan donde guardan las cosas sospechan de que se les roba)…
Las personas con Alzheimer recuerdan más como vivían antes, pero cuando le preguntas algo que le dijiste hace un rato no recuerdan, entonces la memoria más anterógrada reciente es la que se ve afectada”.
También se ve afectada la forma de pensar, el comportamiento, todo altera el funcionamiento diario de un individuo y de la familia, resaltó la especialista.
“Cuesta entender y aceptar la situación al observar como el familiar va empeorando y como va perdiendo las funciones cognitivas”, comentó.
Asimismo, afirmó que el Alzheimer es una enfermedad progresiva y es posible realizar un tratamiento.
Se trabaja con el paciente y sus familiares sobre todo en el trato, prestando atención a la familia y al cuidador, porque genera mucho desgaste, tensión, ante la impotencia de no poder resolver la situación y observar el deterioro con el avance de la enfermedad.
“Cuando comienzan a detectar perdida de memoria, los cambios en el comportamiento, cuando se observa la disminución del habla y no encuentran las palabras para decir las cosas, es importante realizar una consulta al psiquiatra para ir retardando la progresión de la enfermedad”, recomendó la doctora Katherina Lemos Torres.
Finalmente, hay que estar atentos a la manera y tono con el que se les habla, utilizar palabras sencillas, no insistir con preguntas, darles tiempo para que respondan, sobre todo tener paciencia.