Puerto Iguazú está rodeada de selva misionera y con ella la fauna silvestre que debe convivir con la ciudad. Es bien conocida la cantidad de animales que terminan atropellados intentando cruzar las rutas o hallados en alguna vivienda.
Así también, hace más de 30 años, se sabe a quiénes llamar en el caso de que haya una emergencia de este tipo, ya sea por atropellamiento o por el hallazgo de una animal silvestre, incluso cuando los encuentran en cautiverio o son abandonados por los humanos. El Güirá Oga (Casa de los pájaros) es el refugio seguro para los animales silvestres ya sea porque necesitan recuperarse o necesitan un hogar, porque ya no pueden volver a su hábitat.
Jorge Anfuso, es el fundador del Güirá Oga, naturalista y conservacionista y contó a Primera Plana, de la FM 89.3 Santa María de las Misiones la radio PRIMERA EDICIÓN que el Güirá Oga “nació para trabajar con la fauna silvestre de Misiones, animales heridos ya sea por cazadores o atropellos, con los animales que ingresan a los domicilios, en Misiones la selva está cerca de la población, hay de todo, también están los que, a pesar de estar prohibido, tienen animales silvestres como mascotas en sus casas y llegado un momento no los quieren más y los entregan al Güirá Oga, como loros, monos, entre otros tantos, tratamos con todos esos animales, los traemos aquí, los recuperamos, muchos de ellos, principalmente esos que viven en cautiverio por mucho tiempo, fueron humanizados y ya no pueden volver a la selva, terminan quedándose aquí en el refugio. Para los que sí podemos regresar a la vida silvestre, tomamos todas las precauciones, el contacto no es directo, tenemos un espacio que no es visitable, ellos son monitoreados a distancia, atendidos por los veterinarios, porque el objetivo es que regresen sanos a su hábitat, nos aseguramos que coman bien, que recuperen peso, que se rehabiliten y una vez que están recuperados, los llevamos a Fauna Palacios, una isla que es parte de un programa que estamos implementando con el Ministerio de Ecología, allí se lo lleva y se los observa, se les pone un collar para monitorearlos y ver si están listos para sobrevivir en la vida silvestre, si lo pueden hacer, se los libera de nuevo en su hábitat, si no lo pueden hacer se quedan en el refugio”, explicó Anfuso.
Incluso, el Güirá Oga es el único refugio que tiene un móvil de asistencia a los animales silvestres las 24 horas. “Tenemos una camioneta equipada para asistirlos, cuando hay un atropellamiento o un animal silvestre es encontrado en una casa, porque pasa, nosotros vamos y si no tuvo contacto o no está lastimado, lo devolvemos a la selva, si no lo llevamos al refugio y lo tratamos, hasta que se recupere”, es una tarea diaria la que realizan.
Cuidados
Anfuso contó que en el refugio trabajan 26 personas, incluso tienen guías “a los que instruimos para que expliquen y den el recorrido. Las visitas es la forma de financiarnos, los visitantes vienen y pueden realizar recorridos por el refugio incluso por sectores cubiertos de selva.
Los animales, tenemos unos 400 que están a la vista, son los que por alguna razón no pudieron regresar a la vida silvestre, a ellos se los puede ver. Están cuidados, recuperados; los que sí tienen posibilidades de regresar a su hábitat están en un sector donde no se permite visitas, porque ni siquiera nosotros tomamos contacto con ellos, los monitoreamos por circuito cerrado, se les da de comer sin tomar contacto y se los monitorea”, explicó Anfuso.