Con argumentos concretos, un protocolo diseñado para evitar sobresaltos sanitarios, el aval de la Provincia para ponerlo en marcha y el cumplimiento de plazos que exceden a lo razonable, este sector de iguazuenses buscará hoy ser escuchado por el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, quienes deben firmar la necesaria autorización.
Iguazú depende del movimiento turístico en un 90%. Por esa razón entre los autoconvocados que protestarán hoy están desde remiseros y taxistas, gastronómicos, representantes de alojamientos y comercios. Porque todos necesitan de esa firma nacional para permitir el ingreso de extranjeros para hacer turismo en la ciudad de las Cataratas.
Fueron demasiados meses cerrados, otros tantos viviendo de créditos y subsidios. Ahora, Puerto Iguazú quiere progresar y salir adelante en base al esfuerzo del emprendedor y los trabajadores como generadores de movimiento económico.
Son muchos ciudadanos que quieren levantarse del letargo al que se vieron sometidos con la llegada de la pandemia de COVID.
Lamentablemente, a pesar del “frente común” misionero, ahora todo depende de quienes se encuentran a casi 1.500 kilómetros de distancia. De los cuales -seguramente- muchos de ellos nunca estuvieron conversando con los autoconvocados, para ponerse en su lugar en la lucha que protagonizan.
Si lo hubieran hecho, con conocimiento de causa, hoy estaría funcionando el corredor turístico que Iguazú necesita con Foz.