En ocasión del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, cuya conmemoración es este miércoles, organizaciones que asesoran sobre ese tipo de trastorno cutáneo recomendaron la importancia de realizarse controles y difundir información entre sus pacientes, quienes, además, se vieron fuertemente afectados por la pandemia.
“Hay muchos pacientes que alcanzan un diagnóstico, que a veces es tardío. La idea es dar mayor información sobre su diagnóstico y el deterioro en la calidad de vida que puede causar“, dijo a Télam Laura Resnichenco, psicóloga y miembro de la Asociación de Dermatitis Atópica Argentina (ADAR).
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica o recurrente, que puede tener una amplia gama de presentaciones, y se caracteriza principalmente por piel seca, prurito intenso y lesiones cutáneas inflamatorias localizados (eccemas).
Aunque también se presenta en adultos, la DA la padecen predominantemente los niños; en este sentido, entre un 15 y un 30 por ciento de ellos tienen la enfermedad.
“El contexto atópico es una tendencia a enfermedades alérgicas que puede ocurrir en un mismo paciente”, dijo la doctora Marta La Forgia, especialista en Dermatología, Alergia e Inmunología por la Universidad de Buenos Aires.
En este sentido, es más probable que los pacientes con dermatitis atópica requieran también tratamiento para las comorbilidades atópicas asociadas como asma, rinitis alérgica y alergia a alimento, sufriendo una carga de enfermedad aún mayor.
ADAR y la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO), dos organizaciones que trabajan para acompañar y asesorar a personas con esta enfermedad y a sus familias, realizaron una encuesta sobre cómo impactó (e impacta) la pandemia del COVID-19 a los pacientes con esta enfermedad.
La enfermedad es crónica y multicausal dado que existen muchos factores a tener en cuenta en su incidencia, tales como alguna enfermedad inflamatoria preexistente, lo genético o lo ambiental.
“El tratamiento para estos casos es un cuidado especial de la piel, indicaciones de baño y humectación: la piel merece esos cuidados de forma generalizada (no sólo en el área afectada)”, sostuvo La Forgia, y agregó que, por otro lado, está el control de la inflamación con medicación.
Sobre esto hay distintas opciones de tratamientos tópicos para las lesiones de eccema y para los casos refractarios el uso de inmunomoduladores o tratamientos biológicos.
Factores que pueden empeorar los síntomas
Quienes padecen dermatitis atópica, trastorno cutáneo prolongado (crónico) que consiste en erupciones pruriginosas y descamativas, también suelen tener asma o alergias estacionales, según consigna MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“A menudo, hay antecedentes familiares de afecciones alérgicas como asma, rinitis alérgica o eccema. Las personas con dermatitis atópica a menudo dan positivo en las pruebas cutáneas para alergias. Sin embargo, esta dermatitis no es causada por alergias”, señala Medline Plus.
Entre los factores que pueden empeorar los síntomas de la dermatitis atópica, ese organismo señala:
• Alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales.
• Resfriados y aire seco en el invierno.
• Resfriados o la gripe.
• Contacto con materiales irritantes y químicos.
• Contacto con materiales ásperos como la lana.
• Piel reseca.
• Estrés emocional.
• Resecamiento de la piel por tomar baños o duchas frecuentes o nadar con mucha frecuencia.
• Enfriarse o acalorarse demasiado, al igual que cambios súbitos de temperatura.
• Perfumes o tintes agregados a las lociones o jabones para la piel.
Fuente: Agencia de Noticias Télam (publicado originalmente el 14 de septiembre de 2021)