A mediados de mayo de 2020 se produjo el paso por Misiones de la elefanta Mara, ejemplar que se encontraba en cautiverio en el Ecoparque de Buenos Aires y fue liberada en el Santuario de Elefantes (SEB), ubicado en Mato Grosso (Brasil).
Ahora, serán dos elefantas asiáticas (Elephas maximus) más las que seguirán el mismo camino hacia la libertad. Se trata de Pocha y su hija Guillermina, las que llegarán desde el Ecoparque de Mendoza hasta la tierra colorada para trasponer la frontera hacia Foz vía Puerto Iguazú.
El pasado lunes se publicó la resolución 273 del Ministerio de Ambiente de la Nación, que autorizó con el plazo de un año la excepción para que las elefantas mendocinas crucen al Brasil por Misiones.
Según indicaron desde el Ecoparque a PRIMERA EDICIÓN, ese traslado estaba pautado para los próximos días, pero ahora se postergaría un par de semanas más.
Dos especialistas, Ingo Schmidinger y la Dra. Trish London del mencionado santuario; junto con los cuidadores y los veterinarios del Ecoparque, están trabajando actualmente con las dos en su proceso de adaptación al largo viaje que les espera. También a lo que será su vida fuera del cautiverio, donde han residido durante más de 20 años en un recinto subterráneo de Mendoza.
Merecen vivir mejor
Pocha ya cuenta con 55 años y fue transportada a Mendoza en 1968. En el recinto nació su hija, Guillermina que nunca experimentó la vida fuera de los muros del Ecoparque mendocino, antiguo Zoológico de la capital provincial que se encuentra en proceso de rediseño de actividades y funciones.
“La decisión del Ecoparque Mendoza de enviar a Pocha y Guillermina a SEB les asegura una nueva vida que incluye la libertad de explorar un hábitat rico más parecido a lo que experimentarían en la naturaleza, construir relaciones con sus compañeras elefantes Bambi (58), Lady (50), Maia (48), Mara (56) y Rana (63), y aprender lo que realmente significa ser un elefante”, indicaron desde el Gobierno de Mendoza, respecto al objetivo que se persigue con el viaje.
“Pocha, que fue trasladada de pequeña a Mendoza, tiene recuerdos de la vida fuera del predio. Sin embargo, Guillermina nació en este espacio, y requiere más tiempo para procesar cosas nuevas que la mayoría de los otros elefantes“.
“Dado que está planeada reubicación será su primera experiencia ante el mundo externo, merece la mayor paciencia, respeto y comprensión por parte nuestra. Las decisiones de cuándo están listas para dar estos nuevos pasos no pueden apresurarse, y el cronograma de traslado dependerá de su bienestar general con todo el proceso”, explicaron en el Ecoparque