El Gobierno nacional avanza en la reducción del distanciamiento de los chicos dentro de las aulas. Hasta ahora rige el protocolo aprobado en julio del año pasado, que establece que los alumnos tienen que tener una distancia mínima de 1,5 metro entre ellos, lo que obliga a dividir los cursos en burbujas y no permite que estén todos los chicos juntos dentro de las aulas, en un esquema como el de la prempandemia.
Todo esto sucede en 22 jurisdicciones, menos en Capital y Mendoza, donde los gobiernos cambiaron sus propios protocolos locales, eliminaron el distanciamiento en las aulas y ya permiten que estén todos los alumnos juntos en las escuelas, de lunes a viernes. De hecho, este lunes la Ciudad de Buenos Aires incorporó a los chicos del jardín de infantes a este esquema. Ya estaban los de primaria y secundaria.
Pero ahora es el Gobierno nacional el que busca cambiar la distancia de los chicos, con el objetivo de acelerar la presencialidad. Según confirmó el ministro de Educación Nicolás Trotta a Clarín la idea sería acortar esa distancia entre alumnos prevista en el protocolo. De esta manera, se analiza llevarla a 0,90 metro, similar a lo que establecen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el organismo sanitario de los Estados Unidos.
El ministro se reunió este lunes con los especialistas de Salud del Consejo Asesor para el Regreso a las Clases Presenciales –un organismo creado en el ámbito de su cartera- para “analizar la evidencia” que permita avanzar en la flexibilización de las distancias escolares.
La reunión continuará este martes y se busca habilitar los cambios esta misma semana en una reunión del Consejo Federal de Educación. Según explicó Trotta, la idea es establecer una distancia óptima para que los chicos estén dentro del aula (que será el 1,5 metro), más otra distancia admisible, que se permitirá en todas aquellas escuelas que no puedan garantizar la distancia óptima.
La gran novedad acá es esta “distancia admisible”. Todavía no está el número final, pero se mira con atención lo que se estableció en los Estados Unidos.
Desde el Ministerio de Educación explicaron que se mantendrán el resto de las medidas de cuidado del protocolo, como el uso estricto de barbijos dentro de las escuelas y la ventilación cruzada.
Y que a esta decisión se llega a partir de una combinación de indicadores que lo permiten, como el avance de la vacunación en todo el país, la disminución de casos y de camas de terapia intensiva usadas y le pronto llegada de la primavera, con mejores condiciones climáticas.
De todos modos, afirman, se podría dar marcha atrás, si las condiciones epidemiológicas empeoran. Por ejemplo, si se producen más contagios a partir de la anunciada circulación de la variante Delta del virus.
El pasado mes de julio, luego de participar de una reunión del Consejo Federal de Educación, el ministro de Educación de Misiones, Miguel Sedoff, había planteado la posibilidad de reducir el distanciamiento a solo 60 centímetros, con el fin de aumentar la presencialidad permitiendo que todos los alumnos puedan asistir a clases todos los días.
Esta intención quedó trunca apenas unos días después, cuando el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Alberto “Colita” Galarza, descartó la posibilidad de reducir dicho distanciamiento en las aulas.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Galarza aseguró en ese momento que “el Consejo Federal de Educación (CFE) ratificó el cumplimiento del distanciamiento de 1,5 metros dentro de las aulas y 2 metros fuera del aula, así que lamentablemente no pudimos avanzar con la posibilidad de aumentar la presencialidad”, lamentó.
Ahora se vuelve a abrir la posibilidad, esta vez impulsado desde el Gobierno nacional.
Fuente: Medios Digitales