Una seguidilla de ataques a ovinos por parte de jaurías de perros que, en su origen, no eran salvajes tiene muy preocupados a los vecinos de Profundidad. Mientras la Mesa de Gestión Ovina y el Municipio estudian soluciones para resarcir las pérdidas, los dueños invocan su derecho de defender sus animales.
“Mientras esos animales no cazan, todos convivimos con tranquilidad. Ahora, si esos ataques no son controlados por el humano, causan daños, por lo tanto ya hemos escuchado al dueño de la vaca, del caballo o de la oveja para analizar soluciones”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la intendenta de Profundidad, Silvia Estigarribia, quien aseguró que la problemática “es muy compleja”.
El último ataque ocurrió hace una semana y los anteriores como máximo a principios de mes todos en puntos distantes entre sí, con lo cual la jefa comunal estimó que no se trataría de la misma jauría.
En ese sentido los ataques y los perros tienen distinta procedencia, este Diario pudo averiguar que algunos de ellos podrían pertenecer a la aldea guaraní Urundaití, que está ubicada a dos kilómetros de la zona urbana del pueblo.
Los afectados más recientes fueron la familia Miño cuya chacra se encuentra para el lado de Las Quemadas; en la división de Cerro Corá los afectados fueron los Luchesse y de Profundidad, los Costa.
Esta última familia apunta directamente a los perros de la aldea como los autores de los daños, ya que son casi vecinos.
“Los otros ataques realmente no sabemos decir a quienes pertenecen, pero sí que es muy improbable que se trate de los mismos, por la distancia que existe entre las propiedades donde ocurrieron los ataques”, apuntó la intendenta.
“Hay algunas pistas, pero la verdad es que en el pueblo y los alrededores no sabemos con certeza a quienes pertenecen los animales, pero que los ataques existen y son recurrentes, es así”, admitió.
“Una hipótesis que tenemos es que salen a cazar con sus dueños y luego éstos no tienen dominio sobre los perros y mientras que en otros casos son callejeros”.
En cuanto al resumen de las pérdidas, un solo productor sufrió la pérdida de 12 animales. “Fueron muchos los animales perjudicados y los ataques ocurrieron al estilo de jauría con la participación de más de cuatro perros”.
Denuncias
En el ámbito de la Comuna se está acompañando a los afectados. “También estamos haciendo las conexiones con el Ministerio de Gobierno. El objetivo es llevar adelante una serie de reuniones que también tendrán lugar en Candelaria, junto con la mesa de gestión de la cuenca ovina, el ministro de Ecología e intendentes”, dijo.
“Estamos evaluando qué medidas podemos tomar en el corto plazo para dar respuesta a los productores porque si no trabajan a pérdida de las inversiones que realizan. Esto lo estamos planteando a razón de que los animales no tienen dueño. Si supiéramos a quienes pertenecen al menos podríamos hacer el secuestro de esos animales en el caso que se los identifique y encuentre”, explicó Estigarribia consultada sobre las respuestas que están evaluando para lo ocurrido.
“Sabemos por ejemplo, que estos animales de la aldea ya atacaron de manera recurrente al mismo productor, con la masacre de un total de 12 ovejas y el cálculo del valor de cada animal es de por lo menos 25 mil pesos, son muchas las pérdidas, algo que la aldea no va a poder responder”, analizó.
“El Municipio, con el Juez de Paz, las fuerzas de seguridad y la Subsecretaría de Seguridad y Justicia Comunitaria, nos seguimos reuniendo para ver qué solución encontramos respecto a las jaurías”, fue la respuesta de Estigarribia sobre las medidas con los animales que pertenecen a la aldea guaraní.
Para la intendenta ese aspecto del caso es mucho más complejo ya que los integrantes de Urundaití exhiben un bajísimo nivel de recursos para alimentarse, con lo cual mucho menos pueden alimentar a sus animales.