Con esa mirada de reojo ya Frodo muestra sus dotes de inteligencia perruna. La periodista Marcela Nilsson es quien nos cuenta hoy la historia de la entrañable mascotas de sus hijas Ornella y Fiorella Leopardi Nilsson.
Llegó en julio de 2019, fue “mi hermana quien le regaló a las nenas el perrito. Antes teníamos una caniche que se escapó, se perdió y nunca la recuperamos. Yo ya no quería tener otro perro porque hay que cuidarlos mucho. Las nenas felices de la vida y él cambió bastante toda la movida en la casa”, así el pequeño de poco más de kilo y medio se convirtió en toda una estrella de la casa.
Como dice Marcela, “tener un perro es algo muy importante hay que prestarle atención como si fuera una persona más”.
Frodo es friolento y tiembla, sólo le pasa estando al lado del caloventor. Es un pequeñín muy simpático porque le corre y ladra a otros perros mucho más grandes y tanto está convencido de ser grande que está enamorado de una labradora.
“Es muy gracioso, re dormilón y lo hace en la cama con las nenas. Juega mucho, le encanta jugar, correr y tiene una hermanita que se llama Mía a la que visitan bastante seguido en Oberá”.
La periodista reconoce que se trata de una raza que “no conocía y es realmente muy recomendable porque es muy inteligente, reconoce las palabras, los tonos de voz y atiende las frases que decís para entenderlas. Si bien tiene un pelo delicado que hay que cepillar y cuidar es un perro muy limpio y no pierde pelo. Es ideal de compañía, viaja, pasea y también se queda solo cuando tenemos que ir a la escuela y a trabajar”. Si ven a Frodo ya saben, él entiende todo.